El periodista independiente cubano Abraham Jiménez Enoa, quien en enero salió fuera de Cuba por primera vez, describió la vida en la Isla como "desgastante y agobiante".
Jiménez Enoa, quien se encuentra en Barcelona, concedió una entrevista al diario boliviano Página Siete, en la que aseguró que más allá de que en Cuba haya una dictadura, el país está sumido en la pobreza, la hambruna y la escasez.
"En Cuba comer un huevo es un lujo. (...) Vivo en un país donde no hay metro; el transporte no funciona, todo lo que la gente pueda pensar que es 'normal', en Cuba no existe", denunció.
El joven de 33 años, quien llegó en enero a España tras cinco años "regulado", afirmó que pesa al poco tiempo que lleva lejos de su patria, se ha dado cuenta de que la vida afuera, aunque no es un paraíso, es menos angustiante.
"En Cuba coger un ómnibus, llevar un plato de comida es una odisea; las farmacias son auténticos cementerios. La vida allá es desgastante y agobiante. (...) uno tiene que preocuparse hasta por el papel sanitario, que son pocos los que lo tienen. A ese nivel llega la vida en Cuba...", detalló.
El reportero, que en un reciente artículo expresó que salir de Cuba es "comprobar que se vivió secuestrado", comentó a Página Siete que lo que más le llama la atención es la facilidad de la vida diaria.
"En Cuba, si te quieres lavar los dientes, tienes que hacer una fila de seis horas para comprar un cepillo o una pasta. Si quieres decir lo que piensas, va a tener una consecuencia, puedes ir a la cárcel, puedes perder tu trabajo. De pronto, el curso de la vida, más allá de todas las implicaciones que significa el capital, es más sencilla y ligera en algún sentido, que la vida en Cuba", dijo.
Graduado de periodismo en la Universidad de La Habana, Jiménez Enoa es columnista del Washington Post y de la revista Gatopardo, de México.
Hace más de un año dejó la revista cubana online El Estornudo, que cofundó y dirigió por cuatro años y por la que se convirtió en blanco de la maquinaria represiva del régimen, que lo incluyó en la categoría migratoria de "regulados", como se nombra a las personas que por sus actividades políticas se les prohíbe salir del país.
"Yo nunca había salido de Cuba, y como Cuba en los últimos meses se ha convertido en una olla de presión, ellos han echado al exilio a los opositores, activistas y a los periodistas. Fui incluido dentro de esa masa y, como sabían que yo tenía intenciones de salir para conocer el mundo, de alguna manera me dijeron que si quería salir, este era el momento porque si no, no iba a suceder", relató.
El comunicador recordó que en su país solo existe el partido comunista y todo está subordinado a él: canales de televisión, radios y periódicos. El que hace periodismo fuera de esa sombrilla, pagas las consecuencias, como le pasó a él.
"Al ser yo periodista es normal que me intercepten mis comunicaciones, es normal que me den prisión domiciliaria, es normal que me amenacen y que me detengan, que me secuestren. Toda la vida es surreal", subrayó.
Jiménez Enoa reveló que su salida de Cuba no es definitiva, aunque no sabe cuándo volverá. Tras dictar unas charlas sobre la libertad de expresión en Ámsterdam, aseguró que necesita estar lejos de la represión y de la carestía de Cuba, y que quiere conocer el mundo.
"Ahora mismo sueño con ser persona, mi último tiempo en Cuba fue muy difícil y ahora sueño con tener una vida digna, tener qué comer, tener con quién relacionarme. En Cuba los dos últimos años no tenía nada de eso", recalcó.
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