El activista cubano y ex preso político, Esteban Rodríguez, relató escenas de la prisión en las que los represores del régimen ejercieron violencia física y psíquica sobre jóvenes manifestantes de las históricas protestas del 11J en Cuba.
En una directa de sus redes sociales realizada este sábado, el activista presentó un alegato a favor de los presos políticos y de conciencia en Cuba y llamó a la unidad de la sociedad civil cubana para apoyarles a ellos y a sus familias.
“Los presos políticos merecen que sigamos luchando por ellos y que nos unamos”, dijo Rodríguez, reconociendo lo difícil que es mantenerse fuerte física y emocionalmente cuando se ostenta la condición de prisionero de conciencia del régimen cubano.
Rodríguez compartió algunos de sus recuerdos de los días en prisión para ilustrar los mecanismos utilizados por la Seguridad del Estado para minar la moral de los presos políticos. En ese sentido, relató la manipulación a que son sometidos los jóvenes del 11J, conocida como “Operación dignidad”.
Con presiones, amenazas y mentiras, los guardias de prisión les obligaban a decir consignas revolucionarias y a ensayar discursos de arrepentimiento para decirlos durante sus declaraciones el día que fueran llevados ante los tribunales. “Vi intimidar a jóvenes del 11-J en la prisión del Combinado del Este”, dijo el activista.
“Yo les suplicaba que no hicieran eso, porque no está mal protestar contra una dictadura. No tiene por qué arrepentirse, eso es un acto que pueden utilizar luego en tu contra durante el juicio o en la revisión de tu caso por parte de las organizaciones de defensa de los derechos humanos. En el régimen no se confía; ellos solo buscan quebrar tu voluntad y aniquilar tu autoestima. Yo he sido víctima de esas prácticas”, afirmó.
Como parte de esa tortura psicológica, “la Seguridad del Estado viene y te dice que ya pasaste al olvido, te tratan de irrelevante, te intentan convencer de que ya no existes en las redes. ‘Te utilizaron y te desecharon’, te dicen”, reveló el activista que el régimen desterró junto al periodista y amigo suyo, Héctor Luis Valdés Cocho, luego de excarcelarlo a comienzos de enero.
Sin embargo, la llamada “Operación Dignidad” incluye otras técnicas más violentas. “A los presos políticos que no tienen visibilidad, los maltratan y golpean”, denunció Rodríguez en su directa.
Rodríguez puso el caso de un activista gay que llevaba el blog de YouTube “La caimana de Georgia” y que ahora está en el Combinado sufriendo las vejaciones de sus carceleros, que le obligan a desnudarse y caminar por entre los demás reos, entre otras “atrocidades”. Producto de ello, el joven se ha cortado las venas varias veces dentro de la prisión.
“Es muy importante apoyar a esas familias”, insistió, subrayando la independencia que adquieren los presos políticos frente a los carceleros del régimen y la fortaleza que ganan cuando ellos y sus familias son apoyados y ayudados por la sociedad civil, acompañándolos para que no se sientan solos.
“La situación está muy difícil en Cuba. La jaba de un preso puede costar más de 10 mil pesos. Nuestra prioridad ahora debe ser apoyar a esa gente, a los que salieron a protestar el 11J, a los que siguen saliendo a enfrentar al régimen y a sus familiares”, remató.
Luego de agradecer el esfuerzo a todos los activistas movilizados en esa causa, Rodríguez manifestó que se dedicará a ella ahora que está fuera de las cárceles. “Desde fuera seguiré luchando por ellos. Yo soy ahora uno más de los cubanos expulsados por el régimen, separados de sus familias, pero seguiré luchando para que el cambio sea”, aseguró.
“Tuve la amarga experiencia de ser un preso político en la isla. Por eso mando un mensaje de ánimo y un abrazo a todos los presos políticos; a mis hermanos Luis Manuel Otero Alcántara, Maykel Osorbo, Lázaro Yuri Valle Roca… a Luis Robles, a quien tuve el honor de conocer en el Combinado, junto con El Gato de Cuba [el youtuber Yoandi Montiel] y los jóvenes del Movimiento 18 de Alamar”, relató.
“No pude salir el 11J porque estaba preso, pero viví ese día desde la cárcel. Viví también en prisión los sucesos del 15N. Ahora estoy de este lado y seguiré mi lucha por su liberación; por darles ánimo y fuerzas”, concluyó.
Pocos días después de su destierro forzoso, el activista relató que los presos políticos sufren actos de repudio en el Combinado del Este por parte de otros reos cubanos, que -a cambio- reciben llamadas telefónicas a sus allegados.
Asimismo alertó que los presos políticos en el Combinado del Este no están seguros porque son víctimas de torturas psicológicas y físicas, como golpes en las costillas y amenazas con quitarle las visitas familiares.
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