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La activista por la democracia cubana Sayli Navarro Álvarez alertó sobre el deterioro de salud de Samuel Pupo Martínez, manifestante del 11 de julio que está preso en una cárcel del municipio matancero de Colón.
Pupo Martínez, de 47 años y residente en Cárdenas, permanece desde el día de las protestas en la prisión de máxima severidad de Agüica, a pesar de sus graves problemas de salud.
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"Padece de Esclerodermia o Esclerosis Sistémica (enfermedad degenerativa). Se le están engarrotando los dedos de sus manos y se le pudren las uñas, lo cual causa mucho dolor durante las curaciones que él mismo se hace en el Cubículo 5, para extraerse el abundante pus (humor)", describió Sayli en su muro de Facebook.
Según la activista, las medicinas que le facilitan al reo no le alivian su dolor, que se acentúa mucho más por las noches. Debido a ello se le dificulta también conciliar el sueño.
"Es además diabético y padece de glaucoma progresiva", añadió.
Pupo Martínez, padre de un niño de 12 años, es licenciado en Matemáticas y Computación, y al momento de ser encarcelado trabajaba por cuenta propia.
Su esposa, Yuneisi Santana, fue una de las que participó en noviembre pasado en un video que parejas, hermanas y madres de presos del 11J grabaron, para exigir al régimen que pusiera en libertad a sus familiares.
"Pido a los abogados, a los jueces, que se pongan del lado de la justicia verdadera, que hagan valer las leyes y la Constitución cubana. Expresarse es un derecho. Manifestarse es un derecho constitucional de las personas", recalcó Yuneisi en el video.
La Fiscalía acusa a Pupo Martínez de haber liderado la protesta ciudadana frente a la sede del Partido Comunista en la provincia de Matanzas.
En septiembre, el instructor penal que lleva su caso le informó a su esposa que podría ser sancionado a 18 años de prisión.
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