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Más de la mitad de las instalaciones deportivas de Cuba están en malas condiciones constructivas, incluidas las que forman parte de escuelas y centros educativos, según reconoció el viceprimer ministro Jorge Luis Perdomo Di-Lella.
En un reporte difundido por el Noticiero de la Televisión Cubana, el funcionario se refirió a que la mayoría de estos espacios podrían dedicarse a la recreación del pueblo, pero admitió que esa idea resulta imposible en las circunstancias actuales.
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De las de las 273 piscinas con que cuenta el sistema deportivo nacional, apenas funcionan 27, para un 9.8%.
"¿Cómo es posible (...) que haya piscinas en instalaciones que son de los privados (...) y las piscinas que son del Estado no podamos irlas recuperando, poco a poco y ponerlas en función de la recreación de los jóvenes", cuestionó el viceministro.
Perdomo insinuó que si bien el deporte en Cuba debía mantenerse gratuito, los servicios y las ofertas recreativas en las instalaciones del Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación (INDER) podrían comercializarse sobre todo a partir de la alta demanda que tienen en la etapa estival.
El funcionario afirmó que para lograr los fondos necesarios y reparar estas instalaciones es necesario ordenar la contabilidad de las federaciones deportivas y las direcciones provinciales del sector. Advirtió que los problemas también se hacen evidentes en terrenos de pelota y fútbol, en tabloncillos de baloncesto y voleibol y en gimnasios para deportes de combate.
Las declaraciones del viceprimer ministro se produjeron en la asamblea de balance del INDER sobre la labor en 2021, en la que además se abordaron cuestiones relacionadas con la selección y formación de talentos, la calidad de las clases de Educación Física en las escuelas, las indisciplinas en los eventos nacionales y la contratación de atletas cubanos en el extranjero.
En diciembre de 2021 trascendió que la piscina olímpica de Isla de la Juventud iba a ser reparada, tras 13 años de deterioro y abandono por parte de las autoridades locales. Con un presupuesto superior al millón de dólares, se espera la restauración de las grietas en el interior de la alberca, además de las edificaciones aledañas.
Hasta el momento no existe una fecha límite para la terminación de la obra, asumida por una empresa camagüeyana. Para la reconstrucción del centro deportivo resultan necesarias cuatro bombas con sus motores para la recirculación, entrada y salida del agua y material impermeabilizante para el fondo de la piscina.
Las pésimas condiciones constructivas de las instalaciones deportivas cubanas repercuten en los atletas que pierden su lugar de entrenamiento y en la población por lo que constituye un fenómeno visible desde hace años. En 2019 fue noticia el mal estado de centros dedicados a la práctica del boxeo y la pelota en la provincia Pinar del Río.
Ambos espacios presentaban derrumbes en los baños y los pasillos, además de malos olores, filtraciones, falta de ventilación y problemas en las redes eléctricas e hidrosanitarias. Los dormitorios de los deportistas también carecían de niveles elementales de higiene y comodidad.
En 2017, más de 300 instalaciones en Las Tunas no estaban aptas para la actividad deportiva. En este caso sobresalieron como causas la sobreexplotación de los espacios y la falta de recursos para el mantenimiento adecuado .
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