El defensor de los animales cubano Dennis Valdés Pilar denunció en su muro de Facebook un nuevo caso de maltrato animal ocurrido en Sancti Spíritus, donde reside.
Dennis compartió una foto de un caballo que sus dueños usan para halar un vehículo de transporte de personas, el cual, extenuado de tantas horas de trabajo, se desplomó en plena calle.
"Este animal de aquí se desplomó, no tengo que hacer la historia, sabemos o imaginamos qué pudo haber pasado. En mi caso lo vi, no se pudo parar en un buen rato. El dueño no dejaba de golpearlo y arrastrarlo por la cola. Incluso, después de levantarse volvieron a colocarle la volanta", detalló el joven.
El video muestra claramente cómo un hombre golpea al equino con un látigo hasta en 13 ocasiones, antes de halarle la cola y patearlo más de una vez.
Según precisó el joven activista por el bienestar de los animales, en Sancti Spíritus se usan carretones de caballos para trasladar hasta ocho y 10 personas, así como cargas excesivamente pesadas, de un lado a otro de la ciudad.
"Hace 15 años que no me monto en uno, es demasiado abusivo. Camino, voy en bici o espero la guagua", subrayó.
El empleo de coches de tracción animal para el transporte de personas es una opción muy utilizada en Cuba, ante la crisis del transporte público.
Sin embargo, muchos dueños cometen verdaderos abusos contra sus animales, obligándoles a arrastrar cargas excesivamente grandes bajo el inclemente sol cubano, sin darles el descanso ni la alimentación que necesitan.
En septiembre pasado una jurista denunció un caso de maltrato animal en La Habana, donde un caballo se tendió en el suelo con muestras de fatiga, y allí pasó más de ocho horas expuesto al sol y al calor.
La joven Cecilia Gutiérrez halló el caballo en la acera frente a ella, en la calle Apodaca del municipio Habana Vieja, con signos de inanición, debilidad y agotamiento, tras haber sido explotado y no recibir los alimentos y cuidados adecuados.
Según le comentaron, al caer al suelo, en lugar de compasión, el caballo recibió golpes para intentar levantarlo de nuevo.
"Me parte el alma ver estas cosas y no poder hacer nada, como persona me duele, me irrit-a, me molesta, como jurista me pregunto: Tenemos un decreto nuevo de protección animal. Ahora, bien, ¿Dónde están o cuándo llegan los mecanismos de control para hacer ejercer lo dispuesto en tan anhelado cuerpo legal y q este no se convierta en una ley muerta?!", cuestionó.
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