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Una familia cubana denunció estar sitiada y acosada por agentes de la policía y el Ministerio del Interior en La Habana, que la acusan de la presunta agresión sufrida por unos oficiales que montaban vigilancia en los bajos de su edificio de residencia.
“Ahora mismo, estamos presos en la casa, todossss, 2 niños, una anciana. ¿Hasta cuándo? Eso se llama abuso. Porque dicen que salió de mi apartamento una botella y 2 huevos que le cayó arriba al patrullero que había debajo del edificio”, denunció una de las presuntas afectadas en un post de Facebook, que luego fue eliminado, pero del que se pudo realizar captura.
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Según la usuaria identificada como Maray Picallo, los agentes de la policía retuvieron a toda la familia dentro de su domicilio mientras se esclarecían los hechos, saltándose la legalidad y violando los derechos de los miembros de una familia contra los que no se tenían pruebas de la presunta agresión.
“No me dejaban salir a llevarle el almuerzo a mi hijo de 8 años a la escuela, estamos retenidos. Tuve que ir llorando y entonces un oficial me llevó como si fuera una delincuente a la escuela a recoger al niño, porque ellos le iban a llevar el almuerzo. ¿Cómo le van a dar el almuerzo unos desconocidos a mi hijo?... Y mi hijo haciendo 20 preguntas”, relató la afectada, vecina del mismo edificio en el que vive la periodista independiente Luz Escobar.
Este viernes, Escobar reportó una fuerte presencia policial en los bajos de su edificio, compartiendo imágenes y video de la misma en sus redes sociales. “Esto se fue de control. ¿Por qué hay un oficial del Ministerio del Interior que no me deja salir de mi casa? ¿Qué está pasando en el edificio donde vivo que ha llegado un carro de ‘criminalística’ con perros y más policías?”, preguntó la periodista.
El despliegue, según pudo conocer más tarde, fue motivado por la supuesta agresión cometida contra los agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). Nerviosas por la creciente contestación que reciben, las instituciones represoras del régimen se movilizan al más mínimo incidente que les recuerde remotamente la posibilidad, ya real, de que el pueblo cubano decida nuevamente manifestarse en las calles, tal y como sucedió durante las históricas protestas del 11J en Cuba.
Observando la magnitud del suceso, Escobar, capturó el post de su vecina y lo compartió en Twitter. “No conozco a esta persona. Lo comparto porque en el edificio me explican que hoy le tiraron a uno de los oficiales de la vigilancia una botella y un huevo, y que están acusando a esta familia. Es por eso que llegó ese inmenso operativo con oficiales que denuncié en mis redes”, explicó.
Por su parte, la vecina sitiada manifestó su irritación con el presunto operativo centrado en su vivienda y su familia. “Cómo es posible, hasta cuándo el abuso?”, se volvió a preguntar, escandalizada por el atropello de los represores del régimen contra su familia.
“Eso se llama abuso. Me dijeron que cuatro oficiales vieron la botella. ¡¿Cómo es posible?! ¡Qué impotencia, hasta cuándo la injusticia! ¡¿Cómo no nos van a dejar salir de la casa?! Voy hasta donde tenga que ir”, avisó indignada.
El proceder denunciado, según manifestó la usuaria, provocó una subida de la tensión arterial a su suegro. Además, dijo, los represores llegaron hasta el punto de enviar a dos agentes de la policía al trabajo de su esposo, a hacer “averiguaciones”.
“¡Es una injusticia lo que están haciendo con nosotros! Ni una explicación han venido a dar. ¡No nos dejan salir! Esto es una denuncia. Ni siquiera nos dejan hablar, hay que esperar [dicen los policías]. Eso no se hace; no con nosotros, personas de bien. ¡Nooo!”, insistió la denunciante.
Aunque en un primer momento reinó la incertidumbre en torno al despliegue policial, más tarde se conoció la presunta agresión referida por la policía y la “investigación” llevada a cabo por la PNR y el MININT, en la que, por una supuesta botella lanzada junto a dos huevos, los represores del régimen cubano desplazaron al lugar de los hechos varios policías, una camioneta de Criminalística, motos, patrullas, perros y agentes vestidos de civil.
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