El curso escolar 2022 en la educación superior comenzará el próximo lunes en todas las universidades de Cuba.
De acuerdo con la información del Ministerio de Educación Superior (MES), el calendario académico correspondiente a este curso tendrá 35 semanas, nueve menos que un periodo lectivo tradicional, y se extenderá hasta febrero de 2023.
Durante esta nueva etapa, se dará “seguimiento a todas las modificaciones curriculares aprobadas en los cursos académicos 19-20 y el curso 2021”, señaló el MES. Debido a la crisis epidemiológica generada por el COVID-19, las universidades cubanas tuvieron que hacer notables reajustes para poder cerrar los dos cursos anteriores.
En este nuevo periodo lectivo, el ministerio prevé realizar el curso propedéutico para el primer año en las carreras seleccionadas, e incrementar la atención a los estudiantes de último año, con el fin de garantizar el cumplimiento del requisito de egreso de inglés y su preparación para la culminación de estudios.
También para el calendario académico próximo, se aprobaron seis nuevos programas de técnicos superiores de ciclo corto que, según el MES, dan respuesta a “necesidades de entidades nacionales de la Agricultura, el Turismo, el Instituto Nacional de Investigaciones Metrológicas (Inimet) perteneciente a Citma, así como el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, la Industria Química y la Administración Tributaria (ONAT)”.
Estos programas de ciclo corto, superiores a un técnico medio pero que no llegan al nivel de una licenciatura, se ofertan desde el curso 2018-2019 en distintas universidades del país con una duración de entre 2 y 3 años, y deben incluir un 20% de horas para prácticas laborales en entidades relacionadas con el perfil elegido por el estudiante.
La información del MES subraya que se dará prioridad a la atención sociopolítica al estudiantado, además de la educativa y académica. Justamente, en días recientes el Observatorio de Libertad Académica (OLA) denunció la ideologización y el adoctrinamiento que persiste en la educación cubana como formas de violación de la libertad académica y de pensamiento en el país.
Para este curso escolar se ofrecieron 100,022 plazas universitarias en Cuba, a las que podían acceder incluso estudiantes suspensos en los exámenes de ingreso que hubieran culminado su paso por la enseñanza media, una práctica recurrente en los últimos años.
A finales de marzo, la Universidad de Granma anunció que disponía de 1,200 plazas en distintas carreras para aquellos estudiantes de la enseñanza precedente que no aprobaron los exámenes de ingreso a la educación superior.
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