Doctora cubana al gobierno: "Si alguien ha traicionado el espíritu de la revolución son ustedes"

“Ustedes se autodenominan Continuidad, como si bastara con eso para garantizar obediencia y lealtad ciega de los olvidados de siempre. Pero no basta. No cuando ha pasado un período razonable (¿62 años se los parece?) y todavía son demasiados los humildes necesitados de que triunfe una Revolución que realmente los dignifique”, expresó. 

El gobernante Miguel Díaz-Canel y su esposa Lis Cuesta © Captura de video / Antena 3 Noticias
El gobernante Miguel Díaz-Canel y su esposa Lis Cuesta Foto © Captura de video / Antena 3 Noticias

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Este artículo es de hace 2 años

La doctora cubana Alina Arcos Fernández-Britto dirigió este sábado una dura crítica al régimen cubano en la que acusó a sus dirigentes históricos y a sus sucesores, designados bajo el nombre de “continuidad”, de ser los traidores al “espíritu de la revolución”.

Aprovechando que se cumplía otro aniversario más del discurso pronunciado por Fidel Castro tras el bombardeo del 16 de abril de 1961 que dio inicio a la invasión de Bahía de Cochinos, la doctora recordó las palabras pronunciadas por el cabecilla de la llamada “revolución” que definirían el proyecto político de un dictador que, desde muy pronto, traicionaría el apoyo popular recibido y sus propias declaraciones, con tal de llevar adelante su plan de perpetuarse en el poder.


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"Compañeros obreros y campesinos, esta es la Revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes", dijo Castro despidiendo a los caídos en los bombardeos frente al cementerio de Colón, en La Habana.

La frase, copiada de las palabras de Abraham Lincoln en Gettysburg para honrar a los soldados que sacrificaron sus vidas para que “el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo, no desaparezca de la tierra”, pasó a formar parte de la doctrina revolucionaria del régimen cubano, que se encargó de promover una imagen mesiánica de sí mismo, asumiendo el socialismo como único sistema que garantizaría para siempre la soberanía, el bienestar y la justicia en la nación.

Iniciando su publicación con la frase de Castro, la Dra. Arcos recordó que “un día como hoy, pero de 1961, durante las honras fúnebres a las víctimas del bombardeo norteamericano contra bases aéreas de la naciente Revolución, Fidel expresó lo que sería un ideal de lucha para casi 11 millones de cubanos (yo incluida), por decenas de años”.

Muchos de esos humildes hoy, no tienen aún una vida digna, el salario es apenas nominal, están malnutridos, carecen de un hogar, viven en condiciones insalubres, escapan del país en busca de esperanzas, son marginados, discriminados, reprimidos, relegados, silenciados, castigados cuando hablan, cuando gritan, cuando marchan, cuando se hacen incómodos, cuando se plantan para demostrar que existen, que están ahí y que merecen ser oídos”, afirmó.

Indignada con la promesa incumplida y por el descalabro de la sociedad cubana a manos de un régimen totalitario, represor de su propio pueblo y del que solo sacan provecho oficiales, cuadros y oportunistas, la Dra. Arcos aclaró a los dirigentes de la dictadura que “esos que conforman la inmensa mayoría del pueblo, son la razón de ser de la Revolución, no Ustedes”.

“A ellos nos debemos todos, no a Ustedes. Por ellos tenemos que seguir alzando la voz, de ninguna forma por Ustedes”, expresó la médico, hermana del conocido profesor, crítico de cine e historiador del arte, Gustavo Arcos, voz también crítica e independiente de la sociedad civil cubana.

Empoderada por la conciencia de sus derechos, la galena avisó a los mandantes del régimen que apenas podían ser considerados como “servidores públicos, designados a dedo por los que parecen haber olvidado quiénes son, dónde habitan y qué sueñan y anhelan los humildes, aquellos para los que hicieron la Revolución”.

Ustedes se autodenominan Continuidad, como si bastara con eso para garantizar obediencia y lealtad ciega de los olvidados de siempre. Pero no basta. No cuando ha pasado un período razonable (¿62 años se los parece?) y todavía son demasiados los humildes necesitados de que triunfe una Revolución que realmente los dignifique”, les espetó.

Recogiendo el malestar generalizado en la sociedad, la doctora cubana manifestó que “ningún Estado, Partido o Gobierno tiene derecho a decidir durante décadas que ellos son el único camino posible y que solo bajo su tutela se puede alcanzar un futuro mejor. No si la evidencia demuestra lo contrario”.

Utilizando un símil comprensible para la mayoría de la humanidad, la médico alertó a las élites que han capturado el Estado cubano, intentando legitimar la usurpación del poder con la falacia de ser los “guardianes de las esencias” revolucionarias.

“Tampoco pueden adueñarse de la Revolución, aunque la hayan gestado, de la misma forma que no somos dueños de nuestros hijos aunque los hayamos engendrado. Mucho menos erigirse en los únicos representantes legítimos de la PATRIA”, les dijo.

Consciente de la brutalidad de un poder que castiga a sus críticos, disidentes y opositores, la Dra. Arcos les aseguró que “pueden reprimirnos, amenazarnos, encarcelarnos, obligarnos a exiliarnos, pero no podrán silenciarnos”.

“Si alguien ha traicionado el espíritu de la revolución ‘de los humildes, con los humildes y para los humildes’, no somos nosotros... Son ustedes”, concluyó.

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Iván León

Licenciado en periodismo. Máster en Diplomacia y RR.II. por la Escuela Diplomática de Madrid. Máster en RR.II. e Integración Europea por la UAB.


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