Un cubano que dedicó sus mejores años a defender el llamado proceso revolucionario, vive ahora en la miseria más absoluta en una localidad de la provincia de Holguín.
Héctor Colón luchó en 1958 contra la dictadura batistiana. En los años 60 participó en la lucha contra los guerrilleros que se alzaron en las montañas del Escambray -operación llamada por el régimen gobierno "limpia del Escambray"- y durante la invasión de Bahía de Cochinos fue movilizado como miliciano.
Pero al final de su vida, tanta lealtad le ha servido de poco.
Héctor malvive en una casucha de madera en pésimas condiciones en el medio del monte en la localidad de Birán, donde mismo nació el fallecido dictador Fidel Castro.
Su esposa, Eliza Frómeta García, denunció ante CubaNet que hace cinco años le asignaron una vivienda que nunca le entregaron. Al ir a La Habana, a la cabecera provincial de Holguín y al gobierno del municipio Cueto, la justificación de las autoridades fue que pensaban que su esposo había muerto.
"Me dijeron en el municipio que había muerto, siendo mentira, para quitarme el derecho de mi vivienda. (...) No tienen por qué decirme que él murió si aquí nadie ha venido ni a visitarlo, ni de la provincia ni del municipio", declaró la mujer.
Eliza detalló que su esposo ha sido sometido a tres operaciones: de la próstata, de una hernia y de hemorroides. También tiene artrosis generalizada. No obstante, camina y se baña por sí mismo, y come y toma agua sin dificultades.
Sin embargo, lo peor es la tristeza que siente al ver el abandono en que vive en su vejez, y las mentiras y maltratos que ha sufrido por un gobierno al que tanto dedicó defendió durante su juventud.
"¿Por qué, para quitarle el derecho a su vivienda? ¿Por qué, porque ya los viejos aquí ya no valen, no tienen valor en esta revolución? Tanto que él hizo por esta revolución y hoy por hoy no vale nada, es una basura", aseguró.
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