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El gobierno de La Habana prepara una ofensiva para enfrentar a los conocidos como coleros y a los revendedores de la vía pública.
En una reunión el pasado jueves del Grupo Temporal de Trabajo de La Habana, el primer secretario del Partido Comunista de Cuba en la provincia capitalina dijo, en alusión a los llamados coleros, que “deben aplicarse las medidas correspondientes con esas personas” que “han convertido el dominio de las colas en un negocio”, informó Tribuna de La Habana.
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Torres Iríbar también tuvo palabras para los vendedores ambulantes contra los cuales, afirmó, se “comenzará el enfrentamiento”.
Las declaraciones del dirigente partidista tuvieron lugar en el contexto de una reunión en la que se trataron nuevamente algunos de los problemas habituales sin resolución que afectan a los habitantes de la capital cubana, como el estado del transporte o los altos precios del mercado agropecuario.
El gobierno cubano, incapaz de garantizar a la población el acceso a productos de primera necesidad, criminaliza a los coleros y revendedores que son una consecuencia de la escasez y no su causa.
El diario oficialista Granma advirtió, a principios de año, que en la Asamblea Nacional del Poder Popular “se abordó la importancia de reactivar el proceso de enfrentamiento a coleros y acaparadores, un proceso que estaba perdiendo efectividad en el país”.
La nota periodística analizó la situación de las cuestionadas tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) en la ciudad de Cienfuegos.
Esas tiendas ofrecen a los cubanos que puedan acceder a la moneda extrajera, productos que no se pueden encontrar en los establecimientos que aceptan el peso, la moneda nacional.
El pasado febrero se conoció que las autoridades de la provincia de Holguín impusieron 995 multas a personas que distorsionaron la modalidad de venta de garaje, revendedores y acaparadores.
A las multas se sumaron 136 advertencias, igual número de “medidas profilácticas” y otras 637 acciones, además de que fueron procesadas personas por los delitos de acaparamiento, especulación, receptación, atentado y desobediencia.
El periódico provincial Ahora, en el tono habitual de culpabilización y descargo de responsabilidades que utiliza el oficialismo, enfatizó que “la lucha contra coleros y revendedores se mantiene, pero requiere fortalecerse en algunos territorios”.
Ante el cruento panorama de escasez de productos de primera necesidad, el gobierno ha implementado otras medidas de racionamiento como la llamada municipalización del comercio, una medida que obliga a los clientes a comprar solo en las tiendas del territorio donde residen.
Una madre cubana envió, el pasado mes de abril, un mensaje público al gobierno de La Habana, donde denunciaba su mala experiencia al intentar adquirir culeros desechables para su hijo en esa ciudad, debido a que la tienda donde este producto estaba en existencia no se ubicaba en su municipio de residencia, y por tanto no tenía derecho a comprarlos.
"Esta situación afecta a las madres trabajadoras que no tenemos el día entero para hacer cola en la tienda del barrio donde se supone que debemos comprar; compramos cerca del trabajo o donde podamos, porque cuando llegamos a casa nuestra tienda está cerrada, o ya se acabó todo", comentó Rouslyn Navia Jordán, en su mensaje de denuncia.
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