Vídeos relacionados:
El preso político Pedro Albert Sánchez denunció que dos prisioneros fueron víctimas de golpizas y malos tratos en la prisión de Valle Grande, en La Habana.
Los reos, entre los que se encontraba un manifestante del 11J, a quienes en prisión llaman despectivamente “tirapiedras”, fueron golpeados en la galera número 15 por las autoridades penitenciarias el pasado 8 de mayo, Día de las Madres, según el testimonio brindado por Albert Sánchez a Cubanet.
Lo más leído hoy:
“Miren las madres cubanas a qué están expuestos nuestros hijos por haber salido a la calle el 11 de julio. Por ellos, pido a la opinión pública mundial que presione al gobierno cubano para que reconozca el carácter político de los hechos del 11 de julio de 2021, y aísle, de inmediato, a todos los presos políticos de los comunes”, declaró en una grabación telefónica que sus familiares hicieron llegar al medio independiente.
Conocido por realizar caminatas en solitario y en silencio a favor de los derechos humanos, el profesor de 65 años, paciente de cáncer, y encarcelado desde el pasado 3 de noviembre por haber salido a la calle atendiendo a la convocatoria de la Marcha Cívica por el Cambio, exhortó a la prensa a reportar sobre lo sucedido.
“Doy hasta el domingo 29 de mayo para que la prensa oficial explique los hechos o ese mismo día me planto hasta la muerte si fuera necesario en contra de la violencia física e innecesaria en nuestras prisiones”, afirmó.
Albert Sánchez, quien también estuvo detenido por manifestarse el 11 de julio pasado durante las masivas protestas antigubernamentales, consideró que debemos comenzar a llamar a quienes se oponen al régimen “contramitos” y no contrarrevolucionarios, pues “lo que tenemos ya no es una revolución, es un mito a sustituir por una nueva revolución. Pido una campaña internacional a favor de estas ideas”.
A principios de febrero, el activista, acusado del presunto cargo de “instigación a delinquir” y aún pendiente de juicio, se declaró en huelga de hambre en protesta por las violaciones a sus derechos.
“Le dan un carácter de delincuente y contrarrevolucionario a mi persona, sobre la base de la tergiversación de mis actitudes, de esencia política, con sentimientos profundamente patrióticos y humanistas”, denunció en aquella ocasión.
Recientemente, la organización defensora de los derechos humanos Cubalex hizo públicos numerosos testimonios de torturas a presos políticos en cárceles cubanas.
Una de las técnicas documentadas, según el testimonio de varios presos, se denomina “colgar de las esposas”, una forma de tortura que “consiste en esposar al recluso de un brazo y la otra esposa fijarla de un lugar alto, de manera que la extremidad quede suspendida y en una posición en la que la persona no pueda sentarse. En esa posición dejan al prisionero por espacios de tiempo prolongados que pueden incluso llegar a las 24 horas o más”.
A finales de abril, esta plataforma jurídica, en conjunto con otras 13 organizaciones cubanas e internacionales, presentó un informe ante el Comité contra la Tortura de Naciones Unidas, en el cual identificaba 14 métodos de torturas y tratos crueles contra disidentes en Cuba, que violan los estándares internacionales sobre derechos humanos.
Entre las formas sistematizadas en el informe se encuentran los actos de repudio, el uso de gas pimienta, la exposición a altas temperaturas o los desnudos forzados para revisión corporal.
Unas semanas antes, el Comité de Naciones Unidas al que fue presentado el informe había pedido al régimen cubano que sancionase a las autoridades responsables de la represión violenta contra manifestantes pacíficos durante las protestas del 11J en Cuba.
Cuba debe “investigar de modo pronto, independiente y exhaustivo; y juzgar -y en su caso, sancionar- a los responsables del uso excesivo de la fuerza y malos tratos ocurridos durante las protestas sociales del 11 de julio de 2021”, indicó el Comité contra la Tortura en el documento titulado “Observaciones finales sobre el tercer Informe Periódico de Cuba”.
Archivado en: