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La noche del viernes en el ring de la Feria de San Marcos en la ciudad mexicana de Aguascalientes pasará a los libros más por su significación histórica que por su brillantez deportiva, toda vez que muy poco pudieron hacer los pugilistas de poco cartel que enfrentaron a los representantes de los Domadores de Cuba en su estreno en el ámbito profesional.
La faena insular se resumió en seis éxitos, cinco de ellos por la vía del nocaut técnico y el otro por decisión unánime.
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A saber, el mayabequense Osvel Caballero dispuso a la altura del cuarto episodio Joshman Reyes (3-3, 1 KO) en el peso superligero, el camagüeyano Yoenlis Hernández se deshizo en el tercero de Juan Carlos Raygosa (17-21-3) en los supermedianos, y el pinareño Lázaro Álvarez le ganó en las tarjetas a Francisco Mercado (6-2, 2 KOs) en los superligeros.
Además, el también pinareño Roniel Iglesias liquidó a los 24 segundos del segundo round a Brandon Pérez (7-2-1, 2 KOs) en los superwelters, el guantanamero Arlen López acabó en el mismo primer capítulo con Fernando Galván (7-5, 2 KOs) en los semipesados, y el crucero agramontino Julio César la Cruz sometió en el segundo tramo al único rival no mexicano que enfrentaron los cubanos, el colombiano Deivis Casseres (27-16, 21 KOs).
Dicho sea de paso, para el compromiso en Aguascalientes fue excluido el que muchos consideran el púgil más completo de la escuadra cubana actual, el campeón mundial y olímpico Andy Cruz, quien a tenor con lo dicho por Acebal había tenido una merma en su rendimiento y actitud en el gimnasio.
A comienzos de abril, las autoridades deportivas cubanas habían anunciado que la decisión de incursionar en circuitos profesionales venía antecedida de un “profundo análisis”, que mantiene como foco el objetivo de afianzar el protagonismo del boxeo cubano en lides olímpicas y mundiales.
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