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Los vecinos de los poblados de Albaisa y Las Delicias, ubicados a las afueras de la ciudad de Camagüey, se ven obligados desde hace meses a transitar por un enorme salidero de aguas albañales que dificulta el acceso a sus viviendas.
El usuario de Facebook Pedro Moure Ortíz denunció la situación en su perfil de la red social, donde además destacó la indiferencia del gobierno local ante el caso y las posibles afectaciones que puede tener en la salud de los residentes en esa zona.
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De acuerdo con Moure Ortíz, las aguas albañales se unen ya con un pequeño río que sigue hasta la carretera que une la cabecera local con el municipio Vertientes e impide el paso por la entrada de Las Delicias.
Afirmó que para atravesar el salidero tienen hasta que quitarse los zapatos y que los ancianos y personas discapacitadas tienen aún, muchas más dificultades.
En la zona se acumula basura, restos de animales muertos e incluso heces fecales humanas, mientras las autoridades se empeñan en ampliar la llamada Carretera Central y se justifican con la falta de presupuesto para solucionar el terrible salidero.
Moure Ortíz contó además que el problema ha sido tratado por la prensa local sin que traiga resultados positivos o incluso el anuncio de alguna alternativa por parte del gobierno camagüeyano.
“Me parece que ya es hora de tener vergüenza y de acabar de darle solución a esto, pues son personas las que necesitan de esto, (...) son seres humanos, por favor no más justificaciones, es hora de actuar y no de tantas palabras y cuentos”, agregó al final de su publicación.
El internauta también compartió una serie de fotos que ilustran la gravedad del asunto y la magnitud del salidero de aguas albañales, donde además existen zonas de estancamiento, ideales para la proliferación de mosquitos aedes aegypti, agente transmisor del dengue y la fiebre amarilla.
Este viernes trascendió que los vecinos que residen en el edificio ubicado en la calle 15 No.1012, entre 10 y 12, en el capitalino barrio El Vedado, llevan un mes viviendo una situación similar. Una residente del inmueble denunció a CiberCuba que ya han reportado el caso a la Empresa Aguas de La Habana pero que, hasta el momento, no les han dado respuesta.
"Varias familias estamos afectadas, viven ancianos y niños, el mal olor es insoportable", expresó otra habitante de la zona, en tanto una joven dijo que la aparición de las aguas albañales resulta habitual y tiene una frecuencia de al menos cada seis meses.
La situación se extiende también a Pinar del Río, donde en febrero del año en curso dos personas denunciaron casos de este tipo a la prensa oficialista. El doctor Joel Augusto León Cabrera, vecino de la ciudad cabecera, explicó que cada vez que llueve su vivienda se inunda de aguas albañales y pone en peligro la salud de sus hijos de tres y cuatro años.
El director de Acueducto y Alcantarillado del municipio conoce de esta situación y tras meses de gestión para picar la calle Frank País y desobstruir la tubería que provoca el malestar, accedió a acometer la obra, pero ahora no se puede porque la retroexcavadora está rota, explicó León Cabrera en una carta a la sección Acuse de recibo, del periódico Juventud Rebelde.
El damnificado explicó que cada cierto tiempo ocurre la rotura y a pesar de las reparaciones, es cíclico el problema, lo que pone en evidencia la mala calidad del trabajo de mantenimiento que realizan. "Es evidente que no lo reparan correctamente", concluyó.
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