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Un grupo de migrantes irregulares cubanos demandaron un trato justo en la ciudad mexicana de Tapachula, donde aseguraron que le quieren cobrar el doble por sus necesidades básicas: renta, pasajes de autobús y comida.
De acuerdo con el diario El Heraldo de Chiapas, esta situación incomoda también a los inmigrantes venezolanos, pues junto a los de la isla caribeña resultan mayoría por estos días en esa localidad, zona de tránsito hacia la frontera norte con Estados Unidos.
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“Yei Matías Sánchez, originaria de Cuba, señaló que es injusto lo que hacen los arrendadores, comerciantes y transportistas de la ciudad, quienes les quieren cobrar todo al doble de su precio normal”, explicó el periódico.
Matías Sánchez agregó que vive en un cuarto de cuatro por cuatro metros, sin muebles y que aún así le están cobrando 3,000 pesos mexicanos (equivalentes a 153 dólares), cuando esa cifra se la cobran por una habitación semiamueblada a personas que viven con estatus legal en México,
“El cuarto en donde vivimos no tiene las condiciones para que nos cobren esa cantidad de dinero a los migrantes que estamos encerrados, sin poder salir de Tapachula y mucho menos sin trabajo”, expresó y pidió a los arrendatarios de la localidad, ubicada en el estado de Chiapas que no miren a los indocumentados como símbolo de dinero rápido sino como personas que están arriesgando sus vidas por un futuro mejor.
Por su parte, Raúl Urriaga, inmigrante de Venezuela, indicó que a él le quisieron vender un plato de comida de 45 pesos a 90 a pesar de que él sabía muy bien el verdadero valor del producto. Añadió que otros venezolanos que han pasado por esa ciudad le advirtieron de los abusos que sufriría en Tapachula.
“Muchos migrantes no queremos pasar mucho tiempo en esta ciudad por los abusos que cometen algunas personas, ya que no todas son iguales, pues yo conocí en este país personas que ayudan mucho a los inmigrantes”, aclaró.
El flujo irregular de cubanos a través de México se ha incrementado de manera significativa en lo que va de 2022, en lo que constituye una de las oleadas migratorias más importantes de los últimos tiempos, con cifras similares a las crisis del Mariel y de los balseros.
Además de esta experiencia negativa en Tapachula, los insulares han sido víctima de otras estafas, incluidos algunos intentos de secuestro y extorsión a cambio de dinero. Recientemente una familia cubana que intentó cruzar la frontera sur de Estados Unidos pagó unos 30,000 dólares de rescate a sicarios mexicanos que los tenían secuestrados en el norte del país.
Sadiel González y su madre Bárbara Rodríguez escaparon de Cuba a mediados de marzo a través de Nicaragua, y poco antes de llegar a la frontera de México con Estados Unidos fueron secuestrados por una banda, de acuerdo con el relato de ambos a la cadena CNN en Español.
Hace pocas jornadas, en la mencionada localidad de Chiapas, un grupo de Casi 60 inmigrantes que viajaban escondidos en un camión, entre ellos un número no precisado de cubanos, fueron detenidos por las autoridades. Los indocumentados fueron encontrados al interior del vehículo luego de que el conductor huyera durante una parada en una caseta de inspección.
El propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden ha manifestado su preocupación por la situación de los cubanos en tránsito hacia ese país. Solo en abril, la entrada irregular de cubanos a través de la frontera con México alcanzó el récord histórico de 34,821 personas.
Si se suman todos los arribos por diferentes puntos de la frontera de México desde la llegada de Biden a la Casa Blanca, los datos reflejan la mayor avalancha de refugiados cubanos de manera irregular en toda la historia: 145,389. Los índices crecieron exponencialmente desde el comienzo del mandato del demócrata y el anuncio de una política migratoria más flexible que la impuesta por la administración de Donald Trump.
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