El Gobierno cubano declaró Soroa, en la occidental provincia de Artemisa, "zona de regulaciones especiales" de "preferente uso turístico", a través de un acuerdo que da prioridad al Estado para construir hoteles y le permitirá desplazar a los habitantes de esa localidad.
El Acuerdo 9361 del Consejo de Ministros aprobó ejercer la citada categoría sobre una zona que incluye el Centro Turístico Soroa, la base de campismo La Caridad y las áreas aledañas a la carretera Candelaria-Soroa, ubicados en el municipio de Candelaria, informó la Gaceta de Cuba.
De acuerdo con el régimen cubano, la medida tiene "como objetivos desarrollar la actividad turística, vinculada a la vocación de naturaleza, con un enfoque sostenible, planificado y armónico, orientado a propiciar el encadenamiento productivo, el desarrollo local y la elevación de la calidad de vida de la población de su entorno".
Sin embargo, el Acuerdo da un polémico tratamiento a las viviendas y habitantes de la localidad, con el cual el régimen cubano intentaría asegurarse el control total y sin interferencias de este paraíso natural, situado en los límites montañosos de la Sierra del Rosario.
Sobre las viviendas enclavadas en esta región, considerada Reserva de la Biosfera y protegida por la UNESCO, se expresa que estas se someten a un régimen especial, que da vía libre al Estado para desplazar a los habitantes de ese territorio en favor de la construcción de hoteles.
"Cuando el Estado, en interés de la Nación, según el uso previsto en el Plan General de Ordenamiento Urbano, requiera áreas para la construcción de hoteles e instalaciones diversas u otro uso, en el momento que las necesite, negocia con los propietarios la compra o reubicación de viviendas, u otras formas de compensación a los afectados ubicados en estas, sin perjuicio de los derechos de expropiación establecidos en la Constitución de la República de Cuba; las viviendas se reubican fuera de la Zona, en áreas que el Plan General de Ordenamiento Urbano defina para este uso", explica el inciso a) del citado acuerdo.
El inciso b), por su parte, descarta el otorgamiento de suelo estatal a personas naturales o jurídicas para la construcción de nuevas viviendas dentro de los límites de la zona. "Solo se permite la ampliación de las viviendas existentes, siempre y cuando se cumplan las regulaciones que establezca la Delegación Provincial de Ordenamiento Territorial y Urbanismo mediante sus instrumentos legales, previa conciliación con la Delegación Territorial del Ministerio del Turismo", detalla.
El inciso c) señala que los ocupantes ilegales de viviendas serán reubicados fuera de la zona; mientras el d) aclara que las viviendas que queden a favor del Estado y se ubiquen dentro de los límites de Soroa, se asignarán al Ministerio de Turismo o a las entidades encargadas del desarrollo turístico.
Un inciso e) explica, además, que las viviendas ubicadas dentro de la Zona en régimen de arrendamiento, definidas por el Plan General de Ordenamiento Urbano, no se transferirán a régimen de propiedad.
Soroa es conocida por su colorida y exuberante vegetación con altos árboles e impresionantes orquídeas que le han hecho ganarse el sobrenombre de "el arcoiris de Cuba".
En los últimos años el gobierno cubano se ha hecho del control de varios territorios estratégicos para el turismo y por motivos de "seguridad", como son las áreas de La Habana Vieja, Centro Habana, El Vedado y Varadero, el famoso balneario de Matanzas.
Por ejemplo, en 2019 entraron en vigor nuevas regulaciones para la autorización de permutas, donaciones, compraventas y construcción de viviendas ubicadas en La Habana Vieja y Centro Habana, con las cuales quedó prohibido habilitar cuartos en solares.
Desde entonces hacen falta permisos especiales para permutar, vender, comprar o construir en zonas como Varadero, Trinidad, Habana Vieja o Centro Habana, y en general todos los municipios del país cuyo motor económico sea el turismo.
La decisión de declarar estas Zonas con Regulaciones Especiales se ampara en el Decreto-Ley 331 de 2015, mediante el cual el Instituto de Planificación Física propone al Consejo de Ministros de Cuba las áreas que reciben un tratamiento diferenciado en función de intereses medioambientales, históricos, culturales, económicos, de la defensa, la seguridad y el orden interior.
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