El académico cubano Arturo López-Levy había viajado de Estados Unidos a Cuba en vísperas de la muerte de su primo, el general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, figura clave en la jerarquía del régimen de La Habana.
El profesor asistente de Relaciones Internacionales y Política Comparada en la Universidad Holy Names de Oakland, California, se encontraba en La Habana, presuntamente para participar en un panel de debate de la revista Temas, informó la propia publicación.
Su presencia en La Habana coincidió con el inesperado deceso de Rodríguez López-Calleja, a consecuencia de un paro cardiorrespiratorio.
López-Levy, cuyo apellido real es también López-Calleja, es graduado del Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa, y fue oficial del Ministerio del Interior (MININT) entre 1992 y 1994. Con posterioridad viajó a Israel y Canadá y luego se estableció en Estados Unidos, donde se doctoró en Estudios Internacionales por la Universidad de Denver, Colorado.
En una ocasión López-Levy aseguró a la periodista y hoy congresista María Elvira Salazar, que cuando viajaba a Cuba no se podía reunir con su primo, porque hay una orden que impide a los militares tener vínculos con extranjeros o familiares residentes fuera de la isla.
Sin embargo, su relación con uno de los hombres más poderosos de Cuba y máximo representante de los intereses de la familia Castro, a través del conglomerado empresarial-militar GAESA, no tendría que ser lejana, pues en Estados Unidos es un promotor del acercamiento y la normalización de las relaciones entre La Habana y Washington, y firme opositor del embargo.
En 2012 creó la organización C.A.F.E. (Cuban American for Engagement), una plataforma de cabildeo para promover un cambio en la política de Washington hacia Cuba.
Desde entonces ha viajado en varias ocasiones a Cuba para participar en eventos académicos, conferencias y eventos culturales.
En varias ocasiones ha recomendado esquivar las sanciones económicas de Estados Unidos contra la isla a través del uso de criptomonedas. Esa posibilidad fue planteada por el académico luego que el régimen de La Habana hiciera público una resolución del Banco Central de Cuba para autorizar la emisión de licencias para el uso de las criptodivisas.
López-Calleja, de 62 años, era miembro del Buró Político del Comité Central del Partido y diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Exyerno del general de ejército Raúl Castro, era una figura clave en la jerarquía del gobierno cubano, considerando que tenía bajo su mando el Grupo de Administración Empresarial (GAESA), el principal grupo de administración y gestión empresarial de la economía del país con el liderazgo de los militares cubanos.
Aunque su presencia en la vida pública fue siempre discreta y de bajo perfil, su desaparición podría modificar la estructura de poder en Cuba y abre interrogantes sobre el control del conglomerado militar que lleva las riendas del turismo y las operaciones financieras en la economía nacional.
De acuerdo con información obtenida por CiberCuba, López-Calleja fue sometido hace cinco meses a una intervención quirúrgica por un cáncer de pulmón y su situación de salud quedó muy frágil, con serios problemas respiratorios.
El tratamiento incluyó cuidados especiales en una instalación situada cerca del llamado Módulo 5, una extensión del Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ).
Su delicado estado de salud limitó su presencia en reuniones y actos políticos en los últimos meses y permaneció en estricta supervisión, asistido por equipos de respiración. Eso explica su ausencia el escenario de la tragedia reciente del Hotel Saratoga, una instalación bajo la sombrilla empresarial de GAESA, tras la explosión ocurrida el pasado 6 de mayo.
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