El expresidente de Angola y antiguo aliado de Cuba, José Eduardo dos Santos, falleció este viernes a los 79 años en un hospital de Barcelona, donde se encontraba en estado de coma inducido desde hacía varios días.
De acuerdo con reportes de prensa, el exmandatario fue hospitalizado en la clínica Teknon a finales de junio, tras lo cual sufrió un paro respiratorio que lo dejó en coma inducido y conectado a un equipo mecánico. Sin embargo, su familia pidió preservar el cadáver ante la sospecha de un homicidio.
Hace cinco días la hija del fallecido, Tchizé dos Santos, denunció un complot para acabar con la vida de su padre y dijo que la familia sospechaba que el político pudo ser víctima de una conspiración para evitar que apoyase a la oposición en las próximas elecciones de Angola, previstas para el próximo agosto.
Al conocer la noticia de su muerte, el gobierno de Angola que encabeza el presidente Joao Lourenco emitió un comunicado donde expresó "gran dolor y consternación" por la muerte de Dos Santos, a quien calificó como "un estadista de gran dimensión histórica, que gobernó durante muchos años con clarividencia y humanismo el destino de la nación angoleña".
El gobierno de Angola decretó cinco días de duelo nacional en el país.
El exmandatario fue un fuerte aliado del régimen cubano, desde que Fidel Castro lo apoyara en la guerra contra los rebeldes de la UNITA y su principal líder insurgente, Jonas Savimbi.
Dos Santos asumió las riendas del país tras la muerte de Agostinho Neto, fundador del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) y primer presidente de Angola, quien falleció de cáncer en Moscú en 1979, a los 57 años.
El MPLA, que lideró Dos Santos tras la muerte de Neto, contó durante 15 años con el apoyo financiero de la Unión Soviética y el militar de Cuba, mientras Savimbi fue respaldado por Estados Unidos, China y Sudáfrica.
"Con profundo pesar conocimos del fallecimiento del expresidente de Angola y amigo de Cuba, José Eduardo dos Santos. Expreso nuestras más sentidas condolencias al pueblo y gobierno angolanos, las que hago extensivas a los familiares y allegados", publicó en Twitter el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel al conocer la noticia de su deceso.
En un mensaje similar, el canciller cubano Bruno Rodríguez posteó: "Muy sentidas condolencias al pueblo y gobierno angolanos por el fallecimiento del expresidente José Eduardo dos Santos, las cuales hago extensivas a sus familiares y allegados".
La prensa oficialista cubana también destacó la relación del expresidente angolano con la nación caribeña, y especialmente con el dictador Fidel Castro, quien intervino abiertamente en la guerra de Angola en las décadas del 70 y 80 del pasado siglo.
A finales de 1988 Dos Santos y Castro negociaron un acuerdo que se firmó en Nueva York el 22 de diciembre de ese año y que contemplaba la retirada de las tropas cubanas de Angola y la verificación por el Consejo de Seguridad de la ONU del repliegue de las mismas, operación que debía finalizar antes de junio de 1991. Las negociaciones incluyeron también la participación de delegaciones de Suráfrica y Estados Unidos.
Castro defendió ante el organismo internacional que las tropas cubanas no eran más que "una fuerza de paz de carácter más bien simbólico", y alegó que EE.UU. disponía de medios más avanzados.
A pesar de ser un reconocido marxista, Dos Santos abandonó abruptamente sus creencias en ese ámbito después del colapso de la Unión Soviética a principios de la década de 1990 y se acercó más a los países occidentales, cuyas compañías petroleras invirtieron en Angola miles de millones de dólares, principalmente en exploración en alta mar.
Dos Santos había vivido principalmente en Barcelona desde que renunció en 2017 y, según los informes, recibía tratamiento médico en la clínica donde murió desde 2019, cuando comenzó a deteriorarse su salud.
El actual presidente de Angola, Joao Lourenco, anunció este viernes cinco días de luto nacional. La bandera del país ondea a media asta desde hoy y fueron cancelados los actos públicos en el país.
Hace dos años Dos Santos se vio envuelto en un escándalo por corrupción durante su gobierno (1979-2017), que involucró directamente a su hija, Isabel dos Santos, quien fue funcionaria por dos décadas de la administración de su papá y llegó a ser considerada la mujer más rica de África.
Pruebas publicadas tras una investigación que revisó más de 715.000 documentos confidenciales, indicaron que su fortuna se debía a la corrupción durante el gobierno de su padre, en el que ocupó posiciones importantes en sectores de gestión pública durante 20 años.
Las compañías administradas por Isabel se beneficiaron de contratos públicos a través de ventajas fiscales, licencias de telecomunicaciones y derechos para la extracción de diamantes. Esto le permitió amasar una fortuna de más de $2.000 millones de dólares.
En diciembre de 2019 un tribunal angoleño ordenó congelar los bienes de la mujer como medida cautelar.
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