El 11 de junio de 2021 quedó configurado el Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC). A menos de un año, ya estamos legalizados a nivel internacional con la Apostilla de La Haya, que verifica su autenticidad en el ámbito del Derecho internacional privado.
EL CTDC es una institución que nace a partir de la necesidad de articular una opción democrática estructurada, institucional y de consenso como respuesta cívica y política a una sociedad en plena transformación, en la que la pluralidad y la diversidad retornan. Somos un grupo heterogéneo de instituciones, organizaciones y ciudadanos cubanos, de dentro y fuera de Cuba, buscando respuestas y planteando alternativas en una situación de crisis y de cambio, pero con altura política. Nuestro desafío, que vamos satisfaciendo, es aunar esfuerzos para lograr cívicamente un nuevo camino para Cuba, recuperando nuestra soberanía y haciendo prevalecer la libertad y el respeto a los derechos humanos de los que somos depositarios.
La represión a nuestros esfuerzos concertados la estamos sufriendo todos los activistas e integrantes de nuestro proyecto, pero ella se ha ensañado con el liderazgo. José Daniel Ferrer, presidente del CTDC, Félix Navarro y José Díaz Silva, vicepresidentes respectivos, están hoy injustamente encarcelados. Saily Navarro, Sissi Abascal, las hermanas María Cristina y Angélica Garrido, Luis Manuel Otero Alcántara, que forman parte de o lideran también organizaciones del CTDC, están también en prisión por su activismo e ideas, presos, al igual que cientos de cubanas y cubanas, tras las pacíficas manifestaciones ocurridas el 11J en todo el país. Y perseveramos.
Contamos para ello, además, con una representación en el exterior del país, en diferentes continentes, que lleva la voz de Cuba a las más altas instancias. Nuestros delegados en la Comunidad Internacional también representan la diversidad de la nación en cuanto a ideología, género y raza. Porque somos una organización diversa y abierta en la que consideramos que solo la incorporación de esta pluralidad nos permitirá acercarnos a la mejor solución. La entendemos como una fortaleza de la sociedad. Nos miramos en el ejemplo de otros países, que con sus peculiaridades han conseguido superar con éxito situaciones similares.
Impulsamos ya un programa de diez puntos, la Iniciativa Cuba 11J, que tiene como principal preocupación la situación de los presos políticos cubanos. Para ello hemos elaborado y presentado un proyecto de Ley de Amnistía y Despenalización del Disenso que busca, desde la ley y a partir de la recogida de firmas, la liberación incondicional de las y los presos políticos y un cambio fundamental de la legislación que ampara la penalización de los derechos humanos y constitucionales de las y los ciudadanos. Una campaña en plataformas de Internet de apoyo externo es impulsada por el CTDC. Un proyecto que abre, al mismo tiempo, un camino que podría favorecer, como ha ocurrido en otros países, una reconciliación nacional; indispensable para el futuro en libertad y concordia de la nación cubana.
Emitimos también todas las semanas por radio online nuestro programa Zoom Cubano, con una audiencia promedio de 2 millones de oyentes, que lleva a los rincones del mundo no sólo la situación real del país, sino también nuestro sueño y esperanza de lograr el objetivo deseado para todas y todos.
Y seguiremos trabajando de manera incansable, desde nuestra propuesta institucionalizada, para hacer nuestra contribución, por vías cívicas y pacíficas, al logro del Estado de derecho, de institucionalidad democrática, de los derechos humanos y de las libertades fundamentales y de las condiciones esenciales para garantizar el bienestar de todas y todos. Del pueblo cubano. Es nuestro reto, nuestra aspiración y nuestra responsabilidad nacional.
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