El opositor cubano y preso político José Daniel Ferrer García pudo estar con su familia solo un minuto este martes durante una visita en la prisión Mar Verde, de Santiago de Cuba, tras 38 días "desaparecido", aseguró su hermana.
Ana Belkis Ferrer enfatizó que la familia se tomó la atribución de estar un minuto más, para compartir con el líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), a quien vieron por última vez hace 45 días.
"Pudieron verlo dos escasos minutos, semidesnudo, en calzoncillo y camiseta, muy delgado y comido de picazos (sic) de mosquitos", escribió la cubana.
En sendos videos previos, la esposa del opositor, Nelva Ortega, denunció que este lunes fue a la prisión con todos los alimentos que lograron acopiar y las autoridades del penal le negaron la visita.
Ortega explicó que a causa de la falta de transporte llegaron tarde a la visita y tras esperar durante unas horas fueron amenazados por el jefe de la prisión, teniente coronel Pineda, con utilizar la fuerza para sacarla a ella y a dos de los hijos de Ferrer García en un carro de la policía.
"No sabemos cómo está, en qué situación se encuentra, si está golpeado o en huelga de hambre. Ellos no nos dan razones", lamentó.
En un video posterior, la cónyuge de Ferrer García aseguró que la llamaron de la prisión de Mal Verde este martes y tenía autorización para visitar al líder de la UNPACU.
"Dios quiera que sea real la llamada", adelantó Ortega poco antes de salir al reclusorio para hombres de Santiago de Cuba.
José Daniel Ferrer y su familia estuvieron más de un mes sin verse físicamente y estos denunciaron la "desaparición forzada" a la que sometieron al opositor, sin que tuviera derecho a llamadas telefónicas ni visitas conyugales.
Hasta el momento de redactar esta nota CiberCuba no ha podido conocer con fuentes familiares ni oficiales los motivos por el que el prisionero político estuvo aislado.
El líder de UNPACU permanece detenido desde las protestas del 11J del pasado año, cuando cientos de miles de cubanos salieron a las calles a pedir un cambio político y económico en la isla.
Al igual que otro millar de ciudadanos resultó atrapado por las autoridades y su encarcelamiento en Mar Verde supone un problema para la familia, que no solo sufre los largos períodos de incomunicación, sino que enfrenta dificultades para trasladarse hasta el reclusorio.
La decisión de permitir la visita familiar ocurrió luego que Naciones Unidas exigiera al gobierno cubano que ponga fin a la desaparición forzada del opositor y preso político.
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