Más de 3.000 migrantes, en su mayoría cubanos, venezolanos y haitianos, protestaron este miércoles ante las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM), en la ciudad mexicana de Tapachula, debido a la lentitud de sus trámites migratorios.
Los migrantes exigen que las autoridades migratorias les otorguen la llamada Forma Migratoria Múltiple (FMM), un salvoconducto por 30 días para poder continua su ruta migratoria a través de territorio mexicano, informó el diario Milenio.
De acuerdo con esta información, 50 soldados de la Guardia Nacional mexicana, con equipo antimotines, fueron trasladados al lugar “para resguardar las instalaciones y mantener el orden”.
Los migrantes se quejan de que algunos llevan hasta tres de semanas de espera con vistas a solucionar su situación migratoria y amenazan con salir en caravana, si no obtienen a la brevedad respuesta del INM.
En este sentido, el medio local de esa ciudad Diario del Sur, informó este miércoles que un grupo de 200 migrantes de diferentes nacionalidades decidió salir en una caravana hacia el municipio de Huixtla, ante la incapacidad del Instituto Nacional de Migración (INM) de Tapachula para atender sus solicitudes de regularización.
El grupo, conformado en un 95 por ciento por hombres, caminan por la carretera costera de Chiapas con la esperanza de por poder tramitar con mayor celeridad a su llegada a este municipio chiapaneco la Forma Migratoria.
Su objetivo es arribar al Centro de Atención Integral Fronterizo de Huixtla, donde en menos de un día se entregan los permisos.
“En las oficinas de regularización migratoria de los Cerritos en Tapachula, no están atendiendo a las personas y esa es una bomba de tiempo, ayer se registró un conato de enfrentamiento y eso ocurrió por la falta de atención de migración”, explicó el migrante Yeiner Cordero.
El pasado 5 de julio, ya se había registrado, por los mismos motivos, una protesta de cerca de 1000 migrantes, entre ellos un número no precisado de cubanos, ante la oficina en Tapachula
Entre los manifestantes también había haitianos, africanos, venezolanos y migrantes procedente de varios países centroamericanos.
Según el testimonio de migrantes, de las entre 1,500 y 3,000 personas que acuden diariamente por un permiso que los deje circular por territorio mexicano, solo un promedio de 100 son atendidas.
“Nos vamos a tener que movilizar al municipio de Huixtla en caravana porque en ese lugar entregan más rápido el permiso de 30 días para salir de Tapachula”, explicó en ese entonces Houler Pérez Cobas, un migrante cubano, a ese medio local.
Cobas dijo que todos los migrantes ya están cansados de pasar todo el día, tarde y noche afuera de las oficinas migratorias en espera de una respuesta a la petición de obtener un permiso para continuar su camino.
En declaraciones a EFE, este cubano añadió que les preocupa que esta situación de hacinamiento y las condiciones de insalubridad en que los migrantes permanecen en la ciudad puedan provocar brotes de enfermedades.
Unos días antes, miles de personas salieron en caravana de Tapachula hacia Estados Unidos.
El grupo, en su mayoría hombres jóvenes centroamericanos, venezolanos y cubanos, muchos de ellos con su familia y niños pequeños, iniciaron el largo recorrido la madrugada del viernes desde Tapachula, ciudad fronteriza con Guatemala.
“Vengo huyendo de Cuba con mi esposa, con mi hija y un amigo, por la dictadura asfixiante y asesina de Castro-Canel”, dijo a Reuters el migrante Samuel Ventura, mientras caminaba junto a miles de personas.
A mediados de junio, el Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras de EE. UU. informó que 140,602 cubanos llegaron a Estados Unidos por la frontera con México, durante los primeros ocho meses del actual año fiscal (FY2022), que comenzó el pasado octubre.
La cifra confirma oficialmente la mayor estampida de inmigrantes cubanos hacia territorio estadounidense en seis décadas, superando con amplitud al éxodo del Mariel de 1980, cuando en apenas siete meses arribaron unas 125,000 personas.
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