El gobierno cubano calificó de "discreto" el aumento de casos de coronavirus en el país, en un momento en que las cifras diarias de contagios casi duplican las del mes pasado.
Según el doctor Raúl Guinovart Díaz, decano de la Facultad de Matemática de la Universidad de La Habana, ese comportamiento es similar al de países como Francia, Italia y Alemania.
"Independientemente del nivel de vacunación, puede ocurrir que la COVID genere una nueva ola de casos, en fin. En estos países está ocurriendo, que nos sirve como alerta, es decir, seguir por lo menos con la campaña de información, aunque los niveles de nosotros son muy bajos", afirmó.
En reunión del grupo de trabajo para el enfrentamiento a la pandemia, se informó que hasta el 9 de julio la transmisión del virus creció en un 83,8 por ciento con respecto a junio.
El promedio de casos por día subió a 41,9, en relación con los 22,8 contabilizados el mes anterior. Ello confirma la tendencia al alza de los casos en un periodo en el que las personas relajan las medidas sanitarias por estar de vacaciones.
Las provincias más afectadas son Habana, Mayabeque, Matanzas y la Isla de la Juventud, sobre todo la capital, que acumula 115 contagios en los últimos siete días.
El gobernante Miguel Díaz-Canel dijo que aunque las cifras son bajas en comparación con otros países y con la situación vivida un año atrás, hay que tomar medidas para reforzar la percepción de riesgo en la población.
El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) reportó este miércoles 63 nuevos casos de coronavirus, la cifra más alta en lo que va de mes. Julio acumula ya 508 pacientes durante estos 12 días.
Estos datos de pacientes confirmados podrían no reflejar el verdadero impacto de la enfermedad, tomando en cuenta que el número de pruebas PCR que se realizan disminuyó considerablemente, y que han aumentado las enfermedades respiratorias en Cuba. Todo ello, en medio de una grave escasez de medicinas.
En la reunión, el primer ministro Manuel Marrero exhortó a que las personas "de manera voluntaria opten por el uso del nasobuco, que es una protección efectiva". Su llamado llega menos de dos meses después de que el gobierno eliminara el uso obligatorio de la mascarilla, tras considerar que había logrado controlar el COVID.
El gobierno presume de haber controlado la pandemia, y lo acacha a la alta tasa de vacunación con fármacos producidos en la Isla (que aún no han sido reconocidos internacionalmente), y a la supuesta existencia de un "sistema de justicia social".
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