Los frecuentes cortes de electricidad han agravado la ya precaria situación de los cajeros automáticos en Santiago de Cuba, de los cuales dependen más de 399,000 usuarios, en su mayoría trabajadores que reciben su salario por esa vía.
De acuerdo con el semanario oficialista Sierra Maestra, en esa provincia existen en total 68 equipos, en los que resultan habituales las colas y las inconformidades, pues además de los apagones, se ven afectados por las roturas, los problemas de conexión y la escasez de billetes.
Si bien los cajeros cuentan con una batería de respaldo, el tiempo sin fluido eléctrico puede llegar a ser de hasta seis horas diarias, lo cual provoca que se agote la energía de repuesto y que dejen de funcionar las máquinas, en ocasiones en medio de una operación de extracción.
“Una vez el equipo se apaga, es necesario cuando se restablece el fluido eléctrico reiniciarlo de manera automática por un especialista y en el caso de los cajeros desplazados, o sea que no se encuentren ubicados en una sucursal, se llama al Centro de Gestión de Cajeros Automáticos Nacional para que accionen directamente con la máquina”, señaló al respecto el medio de comunicación estatal.
La única alternativa que proponen al respecto las autoridades locales es el empleo de la llamada Caja Extra que establece que “el cliente puede realizar una transferencia de hasta 1,000 cup a la cuenta de la entidad beneficiadora y automáticamente se le entregará igual cifra en efectivo”.
Sin embargo, la opción no funciona de acuerdo con las normas que la regulan por falta de cooperación entre las entidades encargadas de la misma, como es el caso de los bancos, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) y las instituciones que generen ingresos diarios en efectivo, capaces de brindar el servicio.
Según la fuente, las sucursales del Banco Popular de Ahorro (BPA) en Santiago de Cuba no cuentan con esta opción porque no mantienen relaciones comerciales con unidades empresariales que cuenten con las condiciones necesarias.
Mientras, el Banco de Crédito y Comercio (BANDEC) ha llevado a cabo negociaciones “con unidades pertenecientes a Correos de Cuba, Gastronomía y Comercio”, sin que hasta el momento haya tenido éxito, pues no hay forma de comprobar que estas instituciones hayan podido llevar a término el proceso.
La crisis lleva ya tiempo afectando a la población. A mediados de julio trascendió que la provincia no contaba con los billetes para abastecer los cajeros, en mayor demanda por esas fechas, debido a la necesidad de los residentes en territorio de extraer sus salarios.
Directivos de los bancos locales explicaron en esa oportunidad que la principal afectación estaba en los billetes de altas denominaciones, y señalaron que la solución podría demorar pues el proceso de aumentar la frecuencia de reaprovisionamiento de efectivo de los cajeros "tiene sus especificidades técnicas", aunque no comentaron cuáles son esas características.
Durante esas jornadas el problema de estos equipos se extendió a los que opera el Banco Metropolitano de La Habana, luego de que estos también amanecieran sin billetes para responder a las demandas de la población, lo que provocó la aglomeración de usuarios que trataron de utilizar las primeras horas de la mañana para extraer su dinero, precisamente para ahorrarse las colas.
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