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El anciano cubano Floro Rodríguez, conductor de una pipa de agua, resultó herido en la primera explosión en la Base de Supertanqueros de Matanzas.
Rodríguez narró a la prensa local su experiencia en el siniestro el viernes y comentó las cosas del destino por las que logró salvar su vida. Se encuentra ingresado por quemaduras, en el Hospital Provincial Clínico Quirúrgico Comandante Faustino Pérez.
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"Él maneja una pipa en la Empresa del Combinado Industrial Lácteo (ECIL). El viernes recibió la llamada porque se necesitaba agua. Le dijo a su esposa 'vieja voy a trabajar'. Llegó sobre la media noche y la cola para serviciar el agua lo atrasó un poco", dijo la periodista Yuni Moliner en Facebook.
Rodríguez estaba con su pipa de agua a unos metros del tanque número 1. Se alejó para merendar y en ese momento lo hirió el impacto de la explosión. Corrió con todas sus fuerzas y luego lo montaron en una guagua y fue directo a urgencias médicas en el Hospital Pediátrico.
Las quemaduras de Rodríguez en su espalda, cuello y brazos eran tan profundas que no sentía dolor. Pidió que atendieran a otras personas primero porque no sabía la magnitud de sus lesiones. "Fíjate que a ellos le dieron el alta y yo sigo aquí", comentó desde su sala de ingreso.
El incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas continúa activo y en un situación extremadamente compleja. Este lunes se confirmó la explosión del tercer tanque de combustible en horas de la madrugada, ocurrió sobre las 2:30 am.
"El riesgo que habíamos anunciado ocurrió y el fuego que había en el segundo tanque comprometió al tercer tanque, que ahora está incendiado, funcionando como un pebetero olímpico, como un fogón", explicó Mario Sabines Lorenzo, Gobernador de Matanzas.
Desde temprano en la mañana las autoridades cubanas confirmaron que se mantienen las operaciones para intentar controlar el fuego. Los helicópteros de las FAR están tirando agua para intentar enfriar los tanques cercanos a los que han ardido.
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