Una madre cubana de Miami y su hija empezaron a vivir en la calle después de que les aumentaran considerablemente la renta.
Caridad Martínez, de 75 años, su hija y dos mascotas viven desde el 31 de julio en un rincón improvisado en el barrio de la Pequeña Habana, desde que les aumentaron el alquiler casi un 50 % y se vieron obligadas a desalojar el apartamento donde residían, según un reportaje publicado por la cadena Univisión.
“Jamás me imaginé que yo iba a vivir así, en medio de los mosquitos, el sol. Te acuestas, te levantas al otro día y es lo mismo”, exclamó la señora, quien explicó que por el alquiler pagaban una cantidad mensual de mil dólares y querían incrementarles la renta a 1,450, casi el 50 % del pago inicial.
Madre e hija duermen en dos sillas, guardan sus alimentos y bebidas en neveras portátiles con hielo que compran cada dos días y se bañan en una esquina donde tienen sus artículos de aseo personal. El lugar que ocuparon está delimitado por unas tablas de madera.
“Los mosquitos no te dejan dormir, hay picadas de mosquitos por donde quiera. Tenemos reptiles de cualquier tipo por la noche y la única luz para cualquier cosa es una linterna, porque no tenemos electricidad, o sea, que es una pesadilla todas las noches”, dijo Lisset Fernández, la hija.
Ante la desesperación, recurrieron a hogares para personas sin vivienda, pero debían incorporarse a una larga lista de espera y, además, no aceptaron sus mascotas, por lo cual terminaron habitando un lugar en la calle.
La hija afirmó que el problema de la renta en Miami es bien difícil aunque sean áreas “de bajos recursos”.
Recalcó que no solo el precio del alquiler es alto sino también es excesivo que exijan depósito y un mes “de seguridad”, lo que implica tener disponible la cantidad estipulada para la renta de tres meses. “Hay que tener bastante dinero para poder rentar”.
En marzo, un reporte del sitio web especializado en bienes raíces Realtor.com indicó que en los 12 meses anteriores había aumentado un 57,2 % el precio de los alquileres de vivienda en Miami y gran parte del sur de Florida, refirió Univisión.
Ese incremento evidenció que las rentas en estos lugares estaban sucediendo a un paso más acelerado que el resto de Estados Unidos, según Realtor.
Incluso, el pasado agosto, el promedio de incremento anual en los alquileres en Miami-Dade fue del 30 %, lo que ha convertido al sur de Florida en “el epicentro de la crisis de vivienda en todo Estados Unidos”, dijo el medio de prensa.
No obstante, según el pronóstico de tres universidades estadounidenses, para el próximo año Miami y otras áreas de Florida vivirán una caída de los precios de los alquileres, atribuido al regreso a sus casas originales de los "refugiados de la COVID-19".
En días recientes, el condado de Miami-Dade anunció una iniciativa que destinará 85 millones de dólares para aliviar la crisis de vivienda asequible y garantizar que las familias de propietarios o inquilinos en dificultades puedan seguir adelante con sus vidas y sus trabajos.
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