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El médico cubano Alexander Jesús Figueredo afirmó que en Estados Unidos se siente el hombre más libre del mundo, porque a la vez que se prepara para ejercer la Medicina, puede trabajar en otras cosas y ganar dinero.
"El rostro de la libertad es cuando no importa lo que eres de profesión, es cuando puedes con el sudor del trabajo llevar a la mesa un plato de comida y vivir como un ser humano", dijo en su muro de Facebook.
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Figueredo relató que el martes pasado fue su día libre, pues se está preparando para poder ejercer su profesión -aunque sea como ayudante-, y lo llamó un amigo para hacer una mudanza.
Después de 10 horas de trabajo, le pagaron 200 dólares, lo cual le permitió comparar con lo que sucede en Cuba, donde los profesionales de la salud no pueden laborar en otro sector.
"En Cuba a los médicos les prohíben ejercer cualquier otro trabajo, simplemente no se puede, te quieren esclavo, pobre y dependiente de tu mísero salario para que tengas que correr a una misión médica", señaló.
"Hoy me siento el hombre más libre del mundo... Médico, multi oficio y con 200 dólares en el bolsillo", concluyó.
La semana pasada Alexander Jesús, quien lleva en Estados Unidos algo más de un mes, afirmó que el comunismo es un sistema donde el trabajo destruye al hombre, que se mantiene pobre toda la vida, mientras los dirigentes viven en la riqueza.
El médico, que en Cuba fue expulsado de su trabajo por sus críticas al sistema de salud y sufrió el acoso del régimen, ya tiene elementos para saber las diferencias entre ambos sistemas.
"En el capitalismo el trabajo fortalece al hombre, levanta su espíritu y dan ganas de trabajar todos los días porque la meta es el cielo. La riquezas son para los que más trabajan y se sacrifican. En el comunismo el trabajo destruye al hombre, no ves nunca tu sacrificio, y la meta es mantenerte pobre y dependiente de migajas para servir de esclavo toda la vida. Las riquezas son para los que te dirigen", dijo en su muro de Facebook.
El doctor, junto a su colega Alexander Pupo, llegó en julio a Estados Unidos tras varias semanas de una dura travesía por Centroamérica y México.
Menos de un mes después, mostraron en redes sociales el progreso material que han alcanzado, algo que era impensable en Cuba, a pesar de la profesión que ejercían.
"41 años, con dos misiones de esclavo, más de 15 años de médico y dejé mi casa en Cuba por la mitad, sin terminar de construir. Aquí a un mes tengo lo que jamás pude tener en tantos años Trabajando se vive una vida digna como un ser humano", dijo Figueredo días atrás, junto a una foto del apartamento donde reside.
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