El gobierno de México anunció este martes la firma de un acuerdo con Cuba para la compra de 9 millones de dosis de la vacuna Abdala, que serán utilizadas en niños de entre 5 y 11 años.
“Tenemos ya el contrato con el Gobierno de Cuba y su compañía de biotecnología para el biológico, con 9 millones de dosis porque la vacuna Abdala tiene un esquema de un esquema de tres dosis, serán suficientes para 3 millones de niñas y niños”, dijo Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de ese país, durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.
López-Gatell, quien ha dirigido el manejo de la pandemia en México, aseguró que con las dosis cubanas, unidas a las que recibirán a través del mecanismo internacional Covax, su país contará con capacidad suficiente para vacunar a toda la población infantil.
Ya desde diciembre de 2021, México autorizó el uso de emergencia de la vacuna cubana Abdala contra la COVID-19.
Esta compra, de cuya posibilidad el gobierno mexicano venía hablando hace meses, llega sin que la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya dado aún su visto bueno sobre esta vacuna o cualquier otra de las que se producen y aplican en Cuba contra la COVID-19, lo que ya provocó preocupación en el sector médico mexicano y ha hecho que los opositores de AMLO cuestionen la decisión.
Este mismo martes, la diputada mexicana América Rangel acusó al presidente López Obrador de poner en riesgo la salud de los tres millones de niños mexicanos que recibirán dosis de la vacuna cubana Abdala.
La diputada opositora del Partido de Acción Nacional criticó nuevamente al presidente mexicano por estar financiando al régimen cubano a través de la compra de las vacunas cubanas contra la COVID-19, pudiendo inmunizar a su población con otras de precios semejantes y certificadas por las autoridades sanitarias mundiales.
En abril, luego de que López-Gatell hablara de la posibilidad de adquirir la vacuna cubana, pediatras mexicanos mostraron su preocupación ante su posible aplicación a niños de cinco años o más.
“La única vacuna contra COVID-19 que ha publicado, que se ha sometido a las revisiones de autoridades sanitarias y que ha sido aprobada para su uso en niños de 5-11 años es Pfizer con dosis de 10 mcgs, cualquier otra vacuna, Abdala incluida, no ha sido autorizada por las autoridades que se encargan de vigilar y revisar su seguridad y eficacia en este grupo de edad”, declaró Cipatli Ayuzo, miembro de la Academia Mexicana de Pediatría.
“No es ético vacunar a los niños mexicanos con una vacuna que no ha cumplido todos los requisitos, los padres de familia deben estar muy conscientes de esto, consultarlo con su pediatra y solo aceptar Pfizer, independientemente de que Gatell decida comprar vacunas cubanas”, concluyó la doctora.
En febrero, las autoridades de la isla confirmaron que en marzo se presentaría la vacuna Abdala ante la OMS para su aval de uso de emergencia que otorga el organismo de Naciones Unidas.
Sin embargo, en abril el presidente del complejo biofarmacéutico estatal cubano BioCubaFarma, Eduardo Martínez Díaz, reconoció la responsabilidad de Cuba en el retraso para obtener el dictamen de la OMS sobre Abdala.
En conferencia de prensa, el funcionario señaló que “la OMS es una organización seria” que “no está retrasando el proceso” y admitió que la causa del “pequeño retraso” se debe a un “elemento interno nuestro”. Desde entonces, nada más se ha sabido del proceso de validación de Abdala por el organismo internacional.
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