El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel y su esposa Lis Cuesta viajaron a la Ciudad de México para asistir a la toma de posesión de la mandataria electa Claudia Sheinbaum, que ocurrirá el próximo martes primero de octubre.
Imágenes compartidas por la Presidencia de Cuba en su cuenta en X muestran la llegada del mandatario a la capital mexicana, donde fue recibido por el doctor David Kershenobich, quien asumirá la Secretaría de Salud en el gobierno entrante.
La aeronave en que viajó Díaz-Canel aterrizó en el controvertido Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, un proyecto que el actual presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador catalogó como de sus prioridades en el gobierno, pero que a pesar de dos años de fundado, aún enfrenta importantes desafíos en cuanto al tráfico de pasajeros.
La delegación cubana está integrada además por: Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores (MINREX); Emilio Lozada García, jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Partido Comunista; Eugenio Martínez Enríquez, director general de América Latina y el Caribe del MINREX; así como por Marcos Rodríguez Costa, embajador de Cuba en México.
El próximo primero de octubre, Claudia Sheinbaum tomará posesión en la Cámara de Diputados del Congreso de ese país, para convertirse en la primera mujer en ocupar el cargo en México.
A su toma de posesión se confirmó la asistencia de dignatarios de Sudamérica y el Caribe, resaltando la ausencia de presidentes de países europeos. La previa de esta ceremonia ha estado marcada por la violencia en el país, sobre todo en zonas como Sinaloa, dominadas por el cartel; así como las consecuencias de desastres naturales en varias regiones del país.
El 2 de junio pasado, Sheinbaum obtuvo una victoria histórica en la contienda electoral mexicana, representando la continuidad del partido Morena en la presidencia de la República, fundado por el actual mandatario Andrés Manuel López Obrador.
De 61 años y originaria de Ciudad de México, Sheinbaum ha prometido gobernar para todos los ciudadanos, pero su capacidad para abordar los desafíos económicos y de seguridad, sin recurrir al populismo y sin depender del legado de López Obrador, está por verse. La nueva presidenta deberá demostrar que puede implementar políticas efectivas y sostenibles en lugar de seguir únicamente la retórica de su antecesor.
Durante los seis años de gobierno de López Obrador, las relaciones entre ambos países tuvieron un crecimiento sustancial, con donativos y ayudas por la parte mexicana, sobre todo en el período pospandemia; y actualmente con la contratación de más de 1,200 médicos cubanos.
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