El periodista independiente Yoe Suárez condenó el acoso sufrido en Cuba por la Seguridad del Estado y reconoció que esas circunstancias lo impulsaron a realizar su labor como periodista.
Suárez, quien arribó a Miami hace casi dos semanas, relató en una entrevista para AméricaTeVé que a partir de la pandemia el régimen recrudeció la persecución de quienes se le enfrentaban y contra él, específicamente, emprendieron un “viacrucis personal”.
En los dos últimos años aumentaron significativamente las acciones en su contra por ejercer el periodismo independiente. Cada tres semanas, su familia y él estuvieron sometidos a algún tipo de agresión que iba desde decomiso de los medios de trabajo a detenciones o suecuestros por antes de la Seguridad del Estado, arrestos en el aeropuerto al llegar de viaje, amenazas con aplicarle el código penal, contó.
En medio de la embestida en su contra, no cejó en su empeño por trabajar. “Cuando el régimen ponía un obstáculo ante mí, yo encontraba allí fuerzas para trabajar”, expresó. La voluntad de no parar de escribir, de hacer documentales está motivada por su vocación de periodista.
Su situación como “regulado” durante dos años y medio -un período en el cual no se le permitió salir de la isla- lo condujo a indagar en las experiencias de otros sometidos a ese mismo castigo.
Como resultado de sus pesquisas, conoció que 150 personas reguladas por el régimen son activistas; 61 son comunicadores; 15, líderes religiosos y 7, artistas, una realidad que planteó en el reportaje “Cuba crucis”.
También habló de los libros que tiene en su haber, particularmente de El soplo del demonio. Violencia y pandillerismo en La Habana, donde aborda el tema de la delincuencia urbana en la capital cubana.
El libro reúne tres historias de personas que en distintas décadas en los últimos 30 años estuvieron vinculadas con pandillas y expone que hay una tendencia al alza de la percepción de la inseguridad por los ciudadanos cubanos, datos ocultados hasta el momento por el gobierno pero que llegaron a él a través de terceras personas.
Suárez ejerció su labor como periodista en varios medios independientes. “Fueron 8 años de hacer periodismo al margen del estado”, dijo. La mayoría de sus trabajos investigativos los publicó fuera de Cuba, mayormente en Diario de Cuba. Sus libros salieron bajo el sello editorial Hypermedia y de la editorial alemana Ilíada.
El periodismo independiente le valió a Suárez el hostigamiento incesante de la policía cubana que incluso recayó en su hijo.
Suárez dijo que él y su familia llegaron a Estados Unidos para “empezar nuestra vida de cero en un lugar de libertad”.
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