Obispos católicos de Estados Unidos lanzaron fuertes críticas a los gobernadores de Texas y Florida por el envío de cientos de migrantes a los estados del norte del país bajo falsas promesas de asesoría legal, educación y trabajo.
Un primer editorial publicado por el periódico quincenal independiente católico National Catholic Reporter y titulado "Utilizar a los inmigrantes como peones políticos ignora la dignidad humana que Dios les ha dado", afirma que "los gobernadores Greg Abbott de Texas y Ron DeSantis de Florida" han realizado acciones "chocantes y repugnantes" para castigar al presidente Joe Biden por su política migratoria.
Ambos "decidieron que sería inteligente protestar contra las políticas de inmigración del presidente Joe Biden enviando a hombres, mujeres y niños migrantes a ciudades de estados azules, incluyendo Chicago, Nueva York y Martha's Vineyard", explica el editorial.
"Miles de inmigrantes han sido transportados en autobús o en avión hacia el norte en los últimos meses", critica la publicación, y añade que el comportamiento de los gobernadores de Texas y Florida es despreciable y debería ser condenado por todos los católicos.
Expresa, además, que estos líderes son católicos, "pero incluso si no lo fueran, la decencia común debería impedirles urdir un truco que utiliza a seres humanos vulnerables -personas que han huido de países violentos, a menudo arriesgando sus vidas y caminando durante semanas o meses para llegar a nuestras fronteras y pedir asilo- para avergonzar a sus enemigos políticos y ganar puntos con su base que ataca a los inmigrantes".
Este traslado de personas vulnerables ha sido calificado como "tráfico de personas", mientras que otros lo han comparado con los "Reverse Freedom Rides", una táctica segregacionista utilizada en la década de 1960 por algunos gobernadores del sur para engañar a los negros, a fin de que se fueran al norte con falsas promesas de trabajos bien pagados y viviendas gratuitas, indica el texto.
Al respecto, el cardenal de Chicago, Blase Cupich, afirmó que "tratar a los hijos de Dios como peones políticos" era "impropio de cualquier funcionario electo".
"Acoger al extranjero, incluido el inmigrante, es un imperativo moral fundamental del cristianismo", defendió el rotativo, que sin embargo no consiguió declaraciones de la Conferencia Episcopal de EE.UU. sobre el transporte de migrantes en autobús que se viene produciendo desde hace meses.
Por su parte, un comunicado de la Archidiócesis de Miami, también arremetió contra los gobernadores y calificó las prácticas de Abbott y DeSantis de "desconcertantes".
"Los informes sobre la participación de Florida en el transporte de migrantes desde Texas a Martha's Vineyard son desconcertantes. Cualquier acción para transportar a personas bajo falsos pretextos y dejarlas abandonadas sin asistencia sería disminuir su dignidad humana y cosificarlas", precisó el comunicado de los obispos del sur de Florida.
La declaración de Miami recordó a su gobernador que "los inmigrantes no son números sin rostro, sino personas humanas. Son nuestros hermanos y hermanas".
"La inmigración no es sólo una cuestión política, sino una cuestión humana y moral fundamental", expresa.
Subraya que "nuestro sistema de inmigración roto es un problema; pero los propios inmigrantes no son "problemas". Los inmigrantes han sido buenos para América, y América ha sido buena para ellos".
Agrega que aunque las personas razonables pueden estar en desacuerdo sobre cómo debe responder el país a la crisis migratoria, "cualquier respuesta eficaz exige que reconozcamos que la inmigración es más que una cuestión de seguridad fronteriza".
"Se trata esencialmente de nuestros mercados laborales y de los hombres y mujeres que ocupan los puestos de trabajo que siguen haciendo fuerte a Estados Unidos". "La justicia y la prudencia exigen que les tratemos con dignidad y que encontremos una forma razonable de que sus contribuciones y su presencia sean reconocidas dentro de la ley", concluye.
La respuesta de los católicos estadounidenses ocurre luego de que el pasado 15 de septiembre Abbott enviara dos autobuses con migrantes hasta el domicilio en Washington de la vicepresidenta Kamala Harris, y otras regiones del país.
Ante estos hechos varias entidades en EE.UU. han exigido una investigación sobre el trato hacia los migrantes por parte de los líderes políticos republicanos.
Recientemente representantes legales de los inmigrantes venezolanos que fueron enviados de Florida a Massachusetts por orden del gobernador DeSantis exigieron una investigación criminal, tras considerar que fueron engañados con falsas promesas de asesoría legal, educación y trabajo.
Abogados por los Derechos Civiles (LCR, por su sigla en inglés) solicitaron este solicitaron que se inicie la investigación ante el fiscal federal Rachael Rollins y a la fiscal general de Massachusetts, Maura Healey, reportó este domingo la agencia EFE.
LCR argumentó que los inmigrantes "fueron inducidos a abordar aviones y cruzar fronteras estatales con falsos pretextos".
A principios de este mes, el gobernador de Texas comenzó a enviar autobuses hacia Chicago con 80 y 100 migrantes provenientes de diferentes regiones de América Latina, incluidos casi 30 niños pequeños que fueron dejados en la estación de tren. En este primer traslado la mayoría de los indocumentados dijeron ser de Venezuela.
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