El activista cubano por la democracia Arián Cruz Álvarez, más conocido en redes sociales como Tata Poet, denunció la detención de su pareja en la noche del sábado durante la carga represiva orquestada por el régimen cubano contra los manifestantes pacíficos que protestaban en la calle Línea de la capital cubana.
Cruz Álvarez y su pareja, Rosmery Almeda Tapia (más conocida como Alma Poet, 28 años) se dirigían a casa de esta última cuando se toparon con un grupo de ciudadanos que se manifestaban en Línea y G, ante la falta de comida, de luz eléctrica y de libertad.
En una directa de sus redes sociales, el activista relató los hechos que condujeron a sus detenciones. Según dijo, ambos se detuvieron entre los manifestantes en un momento en que ya empezaba a decaer el ánimo inicial de la protesta.
Grupos de la Seguridad del Estado, la Policía y Brigadas de Respuesta Rápida rodearon a los manifestantes. De pronto, comenzaron a “dar golpes de manera brutal” y empujaron a los manifestantes hacia la calle Calzada, que se encontraba completamente a oscuras.
Una vez allí, la represión se tornó más violenta, llegando a golpear a menores de edad, “adolescentes de 15 y 16 años”. Cruz Álvarez no consiguió registrar con su móvil la violenta actuación de los represores del régimen, pero intervino para auxiliar a dos jóvenes que estaban siendo golpeados.
“Me quedé en shock cuando vi aquella locura de golpes. Había un muchacho, creo que se llama José Antonio, al que desfiguraron el rostro a golpes. A otro muchacho de 17 años le partieron la nariz, el pómulo, le llenaron el rostro de moretones. Estuvieron detenidos conmigo”, dijo el activista al que los represores llevaron arrestado a la estación policial de Zapata y C, en el Vedado habanero.
Mientras sucedía la carga policial, Almeda Tapia auxiliaba a los manifestantes y documentaba la violencia desatada por los represores. Al ver que llegaban más tropas en camiones, los dos activistas se retiraron andando por la calle Línea, pero fueron detenidos por unos diez agentes unas cuadras más adelante.
En la estación policial fueron interrogados y Cruz Álvarez alegó que ellos pasaban por ahí y que no participaron de hecho violento alguno. Sin embargo, le dijeron que a su pareja la dejaban detenida y se le instruían cargos de “desacato” por filmar la actuación policial. Por ese motivo, Almeda Tapia fue trasladada a la prisión de 100 y Aldabó.
“¡Solamente por grabar!”, exclamó el activista, indignado por la arbitrariedad y triste por la suerte de su pareja, a la que describió como una artista y una persona sensible, que se involucró en el activismo y la ayuda a los presos políticos y sus familias, a raíz de las detenciones y condenas de los manifestantes de las históricas protestas del 11J en Cuba.
“Alma es mi bastón y mi fuerza. Voy a luchar a muerte por mi pareja porque la amo”, afirmó el activista al tiempo que enviaba un mensaje de determinación a los represores. “Ustedes son unos esbirros y unos asesinos”, les dijo a los represores que, según calificó, cometieron una “masacre” con los pacíficos manifestantes de la calle Línea.
Entre lágrimas, el activista contó que había un muchacho al que los represores tiraron al aire y dejaron caer al suelo, una muchacha que la arrastraron agarrada por el pelo. “No podemos seguir aguantando esto”, dijo el activista refiriéndose al abuso, las arbitrariedades y la impunidad de los represores.
“Alma Poet es una persona claustrofóbica. Exijo a la Seguridad del Estado y a este gobierno su liberación”, dijo Cruz Álvarez, que aprovechó para exponer el caso de otro manifestante al que se le quiere juzgar también por “desacato” por filmar y que es familiar de uno de los presos del 11J.
Ante la falta de electricidad, agua y comida, los habaneros se han manifestado durante cuatro días seguidos, tomando las calles de barrios empobrecidos -que desde el 11J conocen la sensación de manifestarse contra el gobierno-, pero también de los llamados “municipios costeros”, donde residen las “clases altas” del régimen (funcionarios, cuadros, dirigentes, militares) y el cuerpo diplomático.
El colapso del sistema eléctrico en Cuba y la incapacidad de las autoridades para solucionarlo, han llevado a los cubanos a tomar nuevamente las calles, cortar el paso con barricadas humanas o levantadas con ramas, contenedores de basuras y neumáticos ardiendo. Los cacerolazos se suceden a diario en pueblos y ciudades, mientras el desconcierto y el miedo se apoderan de las autoridades, cuya única respuesta es la retórica vacía y la creciente represión.
Al menos 20 manifestantes cubanos fueron detenidos en las recientes protestas contra los apagones y la mala gestión del gobierno para resolver la severa crisis energética del país, 15 de ellos durante las protestas del sábado en la calle Línea, en el Vedado y Arroyo Arenas (La Habana) y en Baracoa (Guantánamo).
“Estamos muy preocupadas por el amplio despliegue de fuerzas represivas del MININT y las FAR en todo el país en los últimos días y anoche en particular. Hemos registrado 20 detenciones desde el 30/09 a hoy”, informó este domingo en Twitter el grupo de trabajo Justicia 11J, que documenta la respuesta del régimen totalitario ante eventos de protestas en Cuba.
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