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El gobierno cubano dio luz verde a una compañía china para invertir en la infraestructura ferroviaria en el país.
La Unión de Ferrocarriles de Cuba (UFC) y la compañía china Beijing FangLian Tech Co. Ltd firmaron una carta de intención para la adquisición por la isla de "piezas, partes y agregados de locomotoras", informó a Tribuna de La Habana Leidy Rojas Elissal, directora de desarrollo de la UFC.
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De acuerdo con la nota, el convenio suscrito durante la Feria Internacional Transporte y Logística La Habana 2022 incluye también la modernización de los talleres de mantenimiento y reparación de material rodante "a través de una adjudicación directa de la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD)".
Otra carta de intención entre Ferromar y el consorcio asiático prevé la creación de una Asociación Económica Internacional (AEI) con la compañía china para la transportación de pasajeros y carga desde y hacia la Zona Especial de Desarrollo (ZED) Mariel.
La empresa asiática es la única proveedora en el país de piezas para las locomotoras chinas empleadas en la transportación de pasajeros a nivel nacional, con un proyecto financiado por la AFD, explicó Rojas.
Aunque no se precisó el monto de la inversión, la funcionaria especificó que el proyecto está incluido en la “Cartera de oportunidades de inversión extranjera” y que la relación comercial con la compañía china data de hace unos años.
Según Rojas, también en ocasión de la feria, Beijing FangLian Tech Co. Ltd entregó a la Empresa de Reparación de Equipos Ferroviarios (EREF) medios de cómputo para el perfeccionamiento y desarrollo de su actividad.
El gobierno ya había recurrido anteriormente a uno de sus aliados para reactivar el sector ferroviario con el que pretende aliviar la aguda crisis del transporte en Cuba.
En 2019 el director de la compañía rusa Sinara confirmó que invertiría más de 219 millones de dólares en la modernización de la infraestructura ferroviaria en Cuba, luego de haber firmado en 2016 contratos con este fin.
Al año siguiente del anuncio de la inversión llegaron a Cuba siete locomotoras rusas para incorporarlas al sistema ferroviario, en la transportación de cargas, pero poco tiempo después Rusia suspendió el proyecto.
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