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Dainier Martínez, uno de los balseros sobrevivientes del trágico naufragio ocurrido el pasado 27 de septiembre en aguas cercanas a Key West, dice sentirse emocionalmente muy afectado por la tragedia, y asegura que no entiende cómo fue capaz de nadar tantas millas hasta llegar a la costa de Stock Island.
“Me he sentido muy mal en estos días, emocionalmente muy mal. Alcancé una victoria grande, pero mira a qué costo. Todo el mundo dice, ‘ustedes lo que pasaron fue grande’, pero nadie lo ha vivido”, dijo el cubano en conmovedoras declaraciones a Noticias Telemundo.
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"Desde que entramos al agua se enredó un pullover en el cardán, después el motor no quería encender, después la comida y el agua se nos contaminó con el petróleo. Todo fue así. Después intentamos virar para atrás pero no pudimos”, relata Martínez.
El balsero cubano subraya que ellos salieron como cinco días antes del paso del huracán Ian por costas del Estrecho de Florida, lo que -según subraya- les daba tiempo de sobra para llegar a Estados Unidos. Sin embargo, al rompérseles el motor se quedaron a la deriva y ahí sí se deterioró el tiempo por el huracán.
"El problema es que nos cogió la lluvia y estaba haciendo mucho aire y eso te congelaba, sin comer, sin tomar agua... Las mujeres no aguantaron, casi todas venían deshidratadas”, cuenta Dainier, quien desea que aparezcan todos los cuerpos para que puedan recibir digna sepultura.
“Hace falta que aparezcan, vivos o muertos, pero que aparezcan para que puedan aunque sea hacerles un velorio”, sentencia el joven, quien precisó que entre los desaparecidos figura su hermano, algo que tiene angustiada a su madre en Cuba.
“¿Quién aquí no sabe la situación de Cuba? Yo siempre lo he dicho, prefiero morirme en el mar que seguir viviendo en el país ese, es un infierno la isla esa”, concluyó Dainier interrogado sobre las causas por las que decidió abandonar la isla.
El 28 de septiembre, cuando el huracán Ian se acercaba a la costa suroeste de Florida, la USCG atendió a cuatro balseros cubanos que llegaron nadando hasta una playa, y dieron aviso de que habían naufragado junto a otras 23 personas que permanecían en el agua.
Oficiales de la Guardia Costera estadounidense (USCG) activaron la búsqueda de los migrantes en medio del oleaje provocado por el ciclón y mantuvieron la búsqueda en el mar y zonas de la costa hasta el martes 4 de octubre.
El mismo día en que se inició el rescate fueron encontrados con vida a dos millas de Boca Chica tres migrantes con síntomas de estrés, deshidratación y agotamiento extremo, por lo que fueron trasladados a un hospital.
Al día siguiente la USCG confirmó la localización de otros dos sobrevivientes, por lo cual del total de 27 migrantes, nueve se encontraban a salvo y continuarían la búsqueda de 18 personas desaparecidas.
El día 30 de septiembre las autoridades confirmaron el hallazgo de un primer cadáver en el mar, cerca de Ocean Edge Marina. Ese mismo día reportaron el rescate de otro cuerpo sin vida cerca del canal de Boca Chica.
El 1 de octubre también reportaron el hallazgo de tres mujeres, con lo que ascendió a cinco el número de cuerpos recuperados en el mar. A comienzos de esta semana, se elevó a siete (seis mujeres y un hombre) la cifra muertes confirmadas tras el hallazgo de los cadáveres de otras dos féminas.
Con la suspensión de las acciones de búsqueda el martes quedaron 11 personas desaparecidas cuyos cuerpos no han sido recuperados.
Los balseros cubanos que intentan entrar a territorio estadounidense de modo ilegal son repatriados a Cuba en la mayoría de los casos.
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