Varios artistas cubanos han reaccionado a la muerte este sábado del actor Mario Balmaseda, figura emblemática del teatro, el cine y la televisión cubanos.
El popular artista, único actor cubano que cuenta con los tres reconocimientos: el Premio Nacional de Teatro (2006), el Premio Nacional de Televisión (2019) y el Premio Nacional de Cine (2021), murió en la ciudad de La Habana a los 81 años.
Uno de los primeros en reaccionar a la triste noticia fue el también actor Héctor Noas, quien afirmó que pese a conocer su delicado estado de salud, la partida definitiva de Balmaceda lo dejó sorprendido.
"Quizás para los más jóvenes, no signifique lo que para mi generación sí era un paradigma. Gracias, Mario por todo lo que enseñaste y por ese legado actoral que nos dejas. Mi Título de Oro del ISA lleva tu firma. Es el mejor autógrafo que he recibido nunca. Lo demás, se queda en mi corazón. Descansa en Paz, Maestrazo!", expresó.
El actor Roberto San Martín señaló por su parte que le "ha dado una gran tristeza saber de la muerte de Mario. Pareja de mi madre [Susana Pérez] en la ficción por siempre. Un grandísimo actor y una excelente persona. E.P.D.", comentó.
En un emotivo post el actor Mijail Mulkay destacó que Balmaseda fue un gran amigo. "Un sinfín de historias a través de los años nos unen para siempre, imitarte en cada fiesta, llamar a tu casa y que Rosa o tus hijas me confundieran contigo era de mis pasatiempos favoritos y más divertidos, actuar en Andoba dirigido por ti en tele y teatro estará por siempre en mi corazón, como el recuerdo de uno de mis más queridos trabajos actorales", dijo Mulkay.
"Mario te echaré de menos (...). Me queda el consuelo de saber que te espera gente maravillosa del otro lado, Rosa Elena, mi papá, Abraham Rodríguez, Bertolt Brecht, por solo nombrar algunos de tu preferencia. Vuela alto, puro, te llevo en mi corazón por y para siempre, el teatro y el cine de fiesta en el en cielo hoy!", subrayó.
Asimismo reaccionó el comediante cubano Alexis Valdés, quien afirmó que "se nos ha ido un grande. Uno de los más grandes. Un coloso de la actuación y también de la dirección".
"La primera obra que me impactó en toda mi vida la había dirigido a él y se llamaba Andoba. Ese día me enamoré del TEATRO. Es decir que lo que hoy hago tiene una semilla que se alimentó o germinó en la fértil tierra de su trabajo. De hecho en Oficialmente Gay escribí una escena que era un homenaje a aquel montaje suyo de Andoba. La primera vez que le vi en escena fue haciendo la panadería de Bertold Bretch. Y me quedé fascinado. No sabía que alguien pudiera actuar así. Después le vi en Los asombrosos Benedetti, de aquel fabuloso grupo teatral que se llamó, El Buscón, y donde el coincidía con otro monumento de la interpretación cubana, el gran Jose Antonio Rodríguez", recordó.
Prosiguió Valdés: "Y recuerdo que Mario en el final de una escena, (En la historia de las tazas de café) hacía una cosa con los ojos que no sé cómo lo hacía y que me impactó tremendamente. Y por supuesto todos lo vimos en el cine y en la televisión siempre brillando. Era un monstruo de talento, de carisma y de sabiduría. Hasta en un pequeñísimo tiempo fue mi suegro y yo me sentía tan orgulloso. Y hasta me regaló un afiche de una de mis películas argentinas preferidas. Le recordaré siempre como lo que fue un genio de la interpretación y un maestro del escenario".
"Se despide uno de los grandes. Inolvidable. Insustituible. Mi generación que se formó y creció con la suerte de ser testigos de su talento inmenso, de su impactante poder interpretativo y de la diversidad de personajes que construyó con aquel magnetismo descomunal, le debemos su legado gigante, que queda tatuado en nosotros. Tuve la suerte de compartir con él como amigo y nunca olvidaré su nobleza, su pasión y la gracia de cada momento compartido. Descansa en Paz mi querido Mario, y gracias por tanto", expresó Beatriz Valdés.
Mario Federico Balmaseda Maurisco nació el 19 de enero de 1941 en La Habana. Su llegada a la pequeña pantalla fue a través de las Aventuras de Juan Quinquín y la serie En silencio ha tenido que ser, donde dio vida al agente Reinier, de la Seguridad del Estado, contacto directo de David, interpretado por Sergio Corrieri.
En 1971 llegó al cine con Los días del agua, del director Manuel Octavio Gómez y, desde entonces, apareció en múltiples películas cubanas durante décadas.
Entre ellas es recordado por El hombre de Maisinicú, cinta histórica estrenada en 1973 y dirigida por Manuel Pérez, basada en hechos reales ocurridos en la región del Escambray a principios de la década de los 60; y Se permuta, comedia dirigida por el recién fallecido Juan Carlos Tabío, en 1983, y que contó con las estelares actuaciones de Rosita Fornés e Isabel Santos.
Los cubanos también lo recuerdan por la película Baraguá, donde puede verse uno de los personajes más emblemáticos de Mario Balmaseda, el de Antonio Maceo en este filme de 1985, dirigido por José Massip.
Asimismo, formó parte del elenco de Entre ciclones, comedia dirigida por el realizador Enrique Colina, estrenada en 2003, en la que compartió protagónico con Mijail Mulkay.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (1)Archivado en: