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El actor cubano Mario Guerra se despidió de Mario Balmaseda, fallecido el sábado a los 81 años, con un emotivo texto en el que dijo sentirse privilegiado de haber estado tan cerca del desaparecido actor, a quien calificó de “familia” y cuya riqueza intelectual y espiritual exaltó.
“La riqueza intelectual y espiritual que me regaló Mario Balmaseda (el puro) no tiene precio. Millones de horas repletas de anécdotas y experiencias de vida. Nos bebimos todo el whisky del mundo mientras conversábamos. Parecíamos alcohólicos útiles, de fin de semana”, reseñó Guerra en una publicación en Facebook este martes que acompañó de fotos que dan fe de la cercanía que había entre ambos.
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“Aprendí a quererlo de manera gradual y gracias a la admiración. Sí, porque para querer hay que admirar”, acotó el intérprete, quien destacó que le hubiera gustado escribir la autobiografía de Balmaseda, pero añadió que desechó la idea no solo por no ser escritor, sino porque ninguno de los dos estaba dispuesto a mentir.
“Hace unos días fui a verlo. Estaba lúcido y divertido como hacía tiempo no lo veía. Cuando llega la hora de dormir, Carolina, su hija, lo acuesta y yo me acerco al borde de la cama para despedirme. Él me da su mano y me dice: ‘No me abandones’. Lo miré a los ojos y sonreí, nervioso. La frase fue como un mazazo. Di la espalda y me fui”, relató sobre el último encuentro con el destacado actor a quien quería como un padre.
“No creo que la muerte sea un viaje, ni que nos convirtamos en luz, pero si así fuera, Puro, ve y busca a mí papá y diviértanse”, concluyó Guerra en el segmento final de su publicación, donde dijo sentirse privilegiado y afortunado de haberse convertido en familia de Balmaseda.
La relación entre ambos actores se remonta a varias décadas atrás, cuando a principios de los años 80 del pasado siglo Mario Guerra contactó con Mario Balmaseda, quien le ofreció trabajar como voluntario durante dos años sin remuneración económica en el Teatro Político, aunque no como actor inicialmente, sino como utilero y carpintero.
Mario Balmaseda, figura emblemática del teatro, el cine y la televisión cubanos, falleció el 8 de octubre en La Habana después de un prolongado padecimiento de Alzheimer que fue mermando sus capacidades.
Balmaseda es el único actor cubano que cuenta con los máximos galardones en tres manifestaciones artísticas: el Premio Nacional de Teatro (2006), el Premio Nacional de Televisión (2019) y el Premio Nacional de Cine (2021).
Su última aparición en el cine fue justamente junto a Mario Guerra en la película La obra del siglo (2015), de Carlos Quintela, en la que interpretó a un anciano entre las ruinas de la frustrada central nuclear de Juraguá, en Cienfuegos, filme en el que la ficción y la realidad se mezclaron para contar el pasado y presente de un lugar convertido en icono de la derrota de un proyecto y de las promesas no cumplidas del socialismo.
Tras la noticia de la muerte de Mario Balmaseada, numerosos artistas cubanos -dentro y fuera del país- reaccionaron con pesar a su deceso, entre ellos, Héctor Noas, Iván Mulkay, Roberto San Martín, Beatriz Valdés y Alexis Valdés.
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