Vídeos relacionados:
El primer ministro cubano Manuel Marrero Cruz pidió ante la estatua del cacique Cajío, en la localidad artemiseña del mismo nombre, una rápida recuperación y prosperidad para ese pueblo.
El dirigente cubano fue hasta Cajío, en el extremo sur de la provincia, para constatar cómo avanza la recuperación tras el paso del huracán Ian por el occidente del país.
Lo más leído hoy:
Como mismo han hecho otros, Marrero Cruz se plantó frente al busto del indio protector de la comunidad, de acuerdo con una leyenda local.
La escena del premier cubano pidiendo prosperidad a una estatua, mientras el resto de dirigentes de la provincia y otros altos funcionarios le sonríen y aplauden, se volvió viral y para algunos engrosa el largo listado de ridículos oficiales que protagonizan los gobernantes del país.
Antes de pedir su deseo, Marreo Cruz conoció en una reunión que Artemisa contabiliza 11,597 viviendas afectadas por Ian, de las cuales se han recuperado solo 724. Para agilizar el proceso constructivo, reiteró que los organismos estatales deben priorizar las casas de sus trabajadores.
Los residentes de Cajío informaron que con el ciclón se dañaron 116 viviendas; además es urgente que se establezca un plan eficiente para el drenaje de las zanjas que facilitan el escurrimiento de las lluvias y el control de la penetración del mar.
La leyenda del cacique Cajío es solo una creación que data de la primera mitad del siglo XX para atraer turistas y visitantes. La historia dice que un aborigen provocó una tormenta para arrasar con los conquistadores españoles que recién llegaban al lugar.
Estudios antropológicos demuestran que la zona no estuvo habitada por aborígenes y que el doctor Antonio Rodríguez fue quien inventó el mito tras descubrir que la playa de Cajío tenia propiedades medicinales.
Aunque se cree que el indio protege al pueblo de las penetraciones del mar, en varias oportunidades la naturaleza ha sido mucho más fuerte.
La estatua ha sido arrancada al menos en dos oportunidades por los fuertes vientos de los ciclones de 1944 y 1966; y aunque el huracán Charley, de 2004 no arrasó con el busto, una semana después le cayó un rayo, destruyéndola por completo.
Archivado en: