Los bajos salarios de los trabajadores son una de las causas que provocan el éxodo laboral en las termoeléctricas cubanas, realidad que se suma al deterioro que sufren esas instalaciones.
Un reportaje de la televisión estatal en la termoeléctrica Antonio Guiteras, de Matanzas, expuso la desmotivación de su mano de obra calificada debido a los bajos sueldos que cobran tras adoptarse la política de reordenamiento económico, lo cual los lleva a buscar empleo en sectores mejor remunerados.
"Mayormente por lo que el personal de operaciones decide irse es por la escasez de salario. En un momento, antes del reordenamiento, éramos una de las empresas que más se favorecía en el término de salarios, uno podía cubrir sus necesidades. Tras el reordenamiento caímos en un escalón muy bajo", dijo Yoandry Flores, jefe de bloque y operador de sala de control.
Este es solo uno de los factores que inciden en la grave crisis energética que sufre el país, donde los apagones de más de 10 horas diarias son la triste realidad del pueblo desde hace meses.
En medio de la crisis, el gobierno destituyó esta semana al ministro de Energía y Minas, Nicolás Liván Arronte Cruz, y al director general de la Unión Eléctrica (UNE), Jorge Armando Cepero Hernández.
Los bajos ingresos no afectan solo la estabilidad laboral en el sector eléctrico en Cuba.
Esta realidad también incide en el mal funcionamiento de los puertos, donde los estibadores carecen además de ropa adecuada, medios de protección y mala alimentación.
En julio pasado, un reporte del portal oficialista Cubadebate aseguraba que la falta de fuerza de trabajo en los puertos, sobre todo en el de Cienfuegos y Santiago de Cuba, provoca demora en la carga y descarga de los productos.
La aplicación del reordenamiento económico en enero de 2021 trajo consigo una reforma salarial de la mano de un aumento de los precios en Cuba.
El gobierno fijó el salario mínimo en 2,100 pesos cubanos (CUP), un incremento que se volvió agua y sal en un país totalmente improductivo y dependiente del mercado externo para el abastecimiento de productos básicos.
La medida trajo como consecuencia para los ciudadanos una elevada inflación, en un contexto marcado por la escasez y la venta de artículos de primera necesidad en una moneda distinta a la que reciben los trabajadores y jubilados.
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