Mario Josué Prieto Ricardo, ciudadano cubano-español condenado a 12 años cárcel tras las protestas del 11J, fue admitido este lunes en el Hospital Clínico Quirúrgico Lucia Iñiguez Landín de la ciudad de Holguín.
“Josué está aquí en el Clínico ingresado, muriéndose. Está ingresado en la sala de penal del hospital con posible esclerosis múltiple porque tiene muchos temblores que no lo dejan ni levantarse de la cama”, dijo a CiberCuba Roxana Hernández Estrada, novia del joven.
Hernández precisó que el estado mental del preso político “es muy delicado también” y que el psiquiatra que lo evaluó considera que “está al borde de un intento suicida”.
Desde los cinco años, el joven padece de síndrome depresivo, agravado tras la muerte de su hermana y durante el presidio político. Desde muy joven ha estado ingresado bajo tratamiento por sus crisis depresivas y en dos oportunidades ha intentado quitarse la vida.
La salud de Mario Josué se ha deteriorado a tal extremo que ya no puede valerse por sí solo. Para bañarse y hacerlo todo, tienen los otros reclusos -que están ingresados con él y también están enfermos- ayudarlo, cuenta la muchacha.
“Mi hijo está en una silla de ruedas. Lo médicos quieren pasarlo para una sala de neurología para que la familia lo pueda atender y la Seguridad del Estado no quiere”, dijo entre sollozos Niurka Ricardo Hidalgo, madre de Mario Josué.
Además de privarlo de la asistencia que necesita, el joven tampoco puede acceder al tratamiento médico que le fue prescrito porque en el hospital no hay ni vitaminas, lamenta la familia.
Las autoridades penitenciarias nunca notificaron a la familia de la involución del cuadro clínico y traslado al hospital del enfermo, quien llevaba más de un mes en observación en la enfermería de la cárcel, desde que presentara problemas neurológicos que conllevaron a la perdida parcial de la visión de su ojo derecho.
“Supimos que estaba ingresado porque una persona allegada a la familia estaba de guardia y lo reconoció”, agrega.
Partiendo del deterioro alarmante de Mario Josué, su abogado solicitó una licencia extrapenal, pero, hasta el momento, no ha obtenido respuesta.
“La embajada de España se limpia las manos con todo lo que le está sucediendo. Nuestro abogado español llamó, pero no lo atienden. No le pasan el teléfono a el cónsul o el embajador, aún cuando ellos dijeron que estarían las 24 h disponibles para el caso de Mario”, lamenta Roxana.
CiberCuba intentó comunicarse con el Consulado español a las 5:02 de la tarde hora de La Habana, y recibió un mensaje automático donde avisan que el horario de atención es hasta las 5:30 y que en caso de emergencias se debe marcar otro número habilitado en la sede diplomática.
La madre del joven, Niurka Ricardo Hidalgo, quien al momento de redactar esta nota se encontraba en el hospital junto a su nuera, también ha llamado al número de emergencias, sin éxito. La respuesta que reciben es que “informarán el caso”. Ambas están desesperadas ante la situación del preso político que se agrava cada día ante la indolencia oficial.
A mediados de septiembre, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, con sede en Madrid, envió un dictamen sobre el caso de Prieto al gobierno español.
El informe, remitido además a Naciones Unidas, asegura que "se han cometido errores jurídicos evidentes y se trata de una situación grave y humanitaria, con peligro para la vida del ciudadano español".
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