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Cuba aspira a reducir en un 50 por ciento el empleo de combustibles fósiles en vehículos terrestres para 2030, reportaron los medios oficialistas.
Con la reducción se espera evitar “la emisión de un millón de toneladas de huella de carbono o equivalente de dióxido de carbono (CO2eq)”, informó el diario oficialista Granma.
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Según trascendió en la nota, para lograr el propósito se aprobó en 2019 la proyección de vehículos eléctricos que, en primera instancia, se introdujeron “en composición de flotas, como lo tienen algunas empresas estatales y, por otra parte, concebía su incremento, fundamentalmente los de tipo eléctrico”, explicó Guillermo González Quintana, director de la Dirección de Ingeniería de Transporte Automotor (DITA) del Ministerio del Transporte (Mitrans).
Aunque el proyecto se retrasó por la pandemia de la COVID-19, dijo el funcionario, se aprobaron “incentivos” para introducir paulatinamente automóviles que utilicen fuentes renovables de energía, principalmente fotovoltaica.
En medio de la grave crisis del transporte el gobierno pretende recurrir a los vehículos eléctricos y prevén que en las terminales de ómnibus, hospitales, centros comerciales y otros establecimientos, existan puntos de carga, aunque se trata de “un proceso complejo, en el cual se aspira a dar los primeros pasos”, reconoció González Quintana.
Para este fin el Mitrans, junto con un grupo colegiado del que forman parte la Universidad Tecnológica de La Habana (Cujae), entre otras instancias gubernamentales, trabajan en un “proyecto de norma para la infraestructura de la carga de vehículos eléctricos” con fuentes de energía fotovoltaica, expuso la nota.
En el texto del medio oficialista se refirió que en La Habana ya se dispone de 40 ómnibus urbanos híbridos (alternan diésel y electricidad) y uno eléctrico, ubicados en la Terminal de Palatino, pero no se han podido comprar más “por su elevado coste en el mercado mundial”.
Según el reporte, de enero de 2021 a septiembre de este año, se evitó la emisión de 3,124 toneladas de CO2eq y se obtuvo un ahorro de 65,000 pesos por consumo de combustible, a partir de los datos arrojados por un automóvil eléctrico adquirido para monitorear "la reducción de emisiones, rendimiento energético en diferentes recorridos y el funcionamiento de los sistemas y mecanismos durante la explotación en condiciones reales".
Aunque las autoridades insisten en que se trata de una medida para evitar la producción de gases de efecto invernadero, la implementación de vehículos dependientes de "energías limpias" sería la única alternativa viable para la creciente crisis de combustible en Cuba.
Así lo evidencia la red de triciclos eléctricos, con tres itinerarios en La Habana, que podría incorporar nuevas rutas de forma gradual, no solo en la capital, sino también en otras provincias del país, según declaró el funcionario del MITRANS.
Esos vehículos, que forman parte del proyecto Neomovilidad, usan paneles solares para equilibrar el alto consumo de energía que representa cargar estos medios. El uso de los triciclos ahorraría mensualmente unos 3,500 litros de combustible, equivalente a 40,000 litros al año, precisó el informe.
Como parte de esa iniciativa también se busca desarrollar el ciclismo urbano con un proyecto de bicicletas públicas que se inauguraría antes de concluir el año.
“En estos momentos se culmina la construcción del taller central, ubicado en la Cujae, que alimentará las seis cicloestaciones del sistema”, apuntó Granma.
Cuatro “cicloestaciones” se ubicarían en los repartos Fontanar, Abel Santamaría y Wajay, y otras dos en Reloj Club, lo que sumaría un total de 300 bicicletas mecánicas “con diseño especial, gomas macizas y tratamiento de mantenimiento”.
La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) también integró autos eléctricos a su flota, al parecer como vía para colaborar en el cuidado del medio ambiente.
"ETECSA apuesta por la nueva energía en su flota de vehículos. Primeros autos ciento por ciento eléctricos", anunció el periodista de la televisión Bernardo Espinosa en su muro de Facebook.
En fechas recientes trascendió también la llegada a Cuba de carros eléctricos procedentes de China, y se conoció la noticia de que la compañía europea ElectroAir también pretendía vender autos de este tipo en el país.
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