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Los cinco cubanoamericanos que disputaron la reelección en los comicios legislativos de este martes en Estados Unidos mantuvieron sus escaños en el Congreso.
María Elvira Salazar arrasó en el conteo por amplios 15 puntos sobre su rival, la demócrata Annette Taddeo, en su disputa por el Distrito 27 de Florida (FL) en la Cámara de Representantes.
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La republicana alcanzó 57.3 % de los votos contra 42.7 % de Taddeo, una ventaja más amplia de lo que mostraban algunas encuestas. El margen de más de 35,000 votos a favor de Salazar.
"Estoy llena de orgullo y humildad", afirmó la congresista y reiteró que su compromiso es seguir trabajando en temas como la inflación, y en lo referente a la situación en Cuba, Nicaragua y Venezuela, entre otros temas.
En Twitter, Salazar confirmó la victoria y agradeció a sus electores por el apoyo junto a una fotografía con su equipo de campaña.
Asimismo, Mario Díaz-Balart (Distrito 26, FL) aventajó en más de 40 puntos (71 %) al demócrata de 39 años Christine Olivo (29 %).
Carlos Giménez (Distrito 28, FL), por su parte, se impuso con 63.8 % a Robert Asencio (36.2 %) con el 90 % de los votos escrutados.
También Nicole Malliotakis derrotó al demócrata Max Rose por segunda vez consecutiva, preservando su condición de única republicana en la delegación de la Cámara de Representantes de Nueva York.
Se esperaba que la congresista –de madre cubana y padre griego– ganara la reelección en el 11º Distrito del Congreso de Nueva York, que abarca Staten Island y una parte del sur de Brooklyn, y es el más conservador de la ciudad.
Alex Mooney mantuvo su escaño y ganó su cuarto término como representante federal por West Virginia. Mooney aventajó con el 66% de los votos (159,379) a su oponente demócrata Barry Wendell.
Tanto Malliotakis como Mooney tuvieron el respaldo del expresidente Donald Trump en sus campañas.
Mooney, de madre cubana emigrada, fue el primer hispano electo al Congreso por West Virginia, en 2016.
Los representantes cubanoamericanos, todos del Partido Republicano, habían apelado al nacionalismo de sus países de origen para movilizar a sus electores y a cuestiones sensibles para la seguridad estadounidense.
Salazar dijo a los cubanos residentes en el sur de Florida, en plena Calle 8: "Nosotros nos vamos a encargar de que esta misma fiesta se celebre en el malecón junto a millones de cubanos en una Cuba Libre".
La campaña de Díaz-Balart se basó en la seguridad fronteriza. "Los republicanos de la Cámara están comprometidos con una nación segura. Eso significa: Asegurar nuestra frontera. Mantener la ley y el orden. Promover la paz a través de la fuerza", subrayó recientemente en Twitter, donde también lanzó fuertes críticas a los demócratas.
"Bajo la administración de Biden tenemos: crisis energética, crisis económica y crisis fronteriza. El pueblo estadounidense merece una economía fuerte, una nación segura y un gobierno responsable", destacó.
Estas elecciones, donde 45 millones de personas votaron por anticipado, determinarán el equilibrio de poder en el Congreso, las legislaturas estatales y las gobernaciones, lo que podría complicar el final de la administración de Joe Biden.
Una victoria de los republicanos en la Cámara de Representantes y el Senado les daría el poder de bloquear la agenda legislativa del presidente durante los próximos dos años.
El mes pasado, la Encuesta Cuba 2022 que anualmente realiza la Universidad Internacional de Florida (FIU) reveló que la mayoría de los cubanoamericanos del sur de Florida apoyaba a los candidatos republicanos para estas elecciones legislativas.
Este martes se confirmó este hecho en los comicios, donde también salió reelecto el gobernador Ron DeSantis.
Aunque los cubanos constituyen un porcentaje relativo pequeño de la población de Estadps Unidos (unos dos millones), desde hace muchos años dominan el panorama demográfico del condado de Miami-Dade, lo que hace que su participación política sea de gran importancia en cuestiones electorales.
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