Marruecos dio la clarinada al apropiarse del primer cupo a octavos de final de la llave mundialista F (2x1 sobre Canadá), en tanto las poderosas Croacia y Bélgica se enzarzaron en un duelo que cerró sin goles y dejó a los Diablos Rojos fuera de la cita.
El Mundial no cree en jerarquías: para corroborarlo están los reveses recientes de Argentina frente a Arabia Saudita, Alemania ante Japón o Dinamarca contra Australia. De ahí que a estas alturas ya no sorprendiera que Croacia y Bélgica, integrantes del podio hace cuatro años, se jugaran la vida en un partido que eliminaría prematuramente a uno de ellos.
En el césped del Ahmad bin Ali se dieron cita dos generaciones doradas que llegaban a su fin. De un lado, Modric, Perisic, Lovren, Kramaric y Brozovic, finalistas de Rusia 2018; del otro, De Bruyne, Hazard, Courtois, Vertonghen y Witsel, terceros en esa misma cita. Todo sea dicho, más presionados estaban los Diablos Rojos, vencidos hace poco por Marruecos y urgidos de una victoria sí o sí. A los “Vatreni”, mientras, les servía un empate para sobrevivir, y justo eso fue lo que sacaron de la primera parte del encuentro.
El período transcurrió entre imprecisiones y una especulación marcada. Los rivales se respetaban casi hasta el temor, y su oferta resultó –cuando menos– monótona.
En el otro desafío de la llave, en tanto, Marruecos cerraba la mitad del choque con parcial de 2x1, de manera que los africanos se estaban clasificando primeros. Pulseaban contra la eliminada Canadá en el Estadio Al Thumama, y tan pronto como en el minuto cuatro, Hakim Ziyech los puso delante.
La estrella de los Leones del Atlas aprovechó un fallo garrafal del meta Milan Borjan, quien dejó muerto un balón tras la cesión de un compañero. Al rato (m.23), Youssef En-Nesyri devino el primer jugador de ese país que anota en dos Mundiales y el equipo se fue a los vestuarios con tres cuartos del billete a octavos en el bolso, a pesar del autogol de Nayef Aguerd en el '40.
Llegados a este punto vale recordar que Ziyech había renunciado a la selección marroquí por discrepancias con el técnico bosnio Vahid Halilhodzic, pero la llegada a la sala de controles de su compatriota Walid Regragui le abrió las puertas del regreso y la selección recuperó a su estrella.
De vuelta al otro duelo, el complementario no mostró grandes cambios, si bien el reemplazante Romelu Lukaku gozó de dos oportunidades inmejorables: una la acabó rematando contra el poste, y en la otra le entregó la pelota increíblemente al portero cuando habría bastado con un simple toquecito para mandar la esférica a las redes.
Así, Marruecos igualó su mejor faena histórica en Mundiales (México 1986) y se convirtió en la segunda selección africana que sobrevive al primer tramo en Qatar 2022 –antes lo hizo Senegal–, confirmando el ascenso cualitativo de los representantes del continente negro. Ojo, no pasar por alto que Túnez se quedó fuera por un gol e incluso batió a Francia, y Ghana depende todavía de sí misma. La única "decepción", y aún goza de opciones de avanzar, es Camerún.
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