El Scratch brasileño liquidó a Corea del Sur en el primer tiempo de partido (4x1 a la postre) y se plantó en los cuartos de final de Qatar 2022 con una exhibición de poderío que solamente Francia luce en condiciones de emular.
Brasil llegaba de sembrar muchas dudas a partir de una producción ofensiva decreciente (dos goles ante Serbia, uno frente a Suiza y ninguno versus Camerún, con derrota incluida), y delante iba a tener a unos sudcoreanos lanzados luego de imponerse en el último suspiro a Portugal.
Para colmo, la Canarinha había debido lamentar las bajas definitivas del delantero Gabriel Jesús y el lateral Alex Telles, aunque ahora recuperaba a Danilo y sobre todo a su líder Neymar Jr., restablecido de un esguince en los ligamentos del tobillo derecho.
A sabiendas de que estamos en un Mundial de asombros, "Tite" restó espacio a las casualidades y mandó al pasto del Estadio 974 al pelotón de francotiradores con que alineó el día del estreno (Neymar junto a Richarlisson, Vinicius y Rapinha). Al poco rato, los deberes ya habían sido hechos.
Apenas en el minuto siete, Rapinha se gastó una jugada que acabó en pase raso al corazón del área, el balón recaló en los botines de Vinicius y este, con tiempo para tomarse un cafecito, lo coló entre un océano de jugadores adversarios.
El duelo quedó prácticamente abierto al '13, cuando el referee pitó un penal bastante riguroso que Neymar cobró suave y ajustado al poste izquierdo del arquero. De esa manera, el crack del PSG arribó a 76 tantos con la franela nacional y se puso a solo uno de alcanzar al máximo realizador brasileño, Pelé, quien ahora batalla por su vida en un hospital de Sao Paulo.
Había bastado menos de un cuarto de hora para dejar casi sentenciado el compromiso. Pero Brasil quería acallar todas las críticas y al '28 decretó el fin de la historia con una triangulación soberbia que culminó en la tercera diana de Richarlisson en el campeonato. El baile volvió al césped y curiosamente involucró también a "Tite", serio donde los haya.
Todo lo que pasó después en ese tiempo no hizo otra cosa que sumarle ingredientes a la humillación del rival, además de subir el cartel de un equipo que saldrá a cuartos de final con todas las apuestas de su lado ante Croacia.
El cuarto gol de los verdeamarillos apareció al minuto 36: Vinicius centró de cuchara muy próximo a la línea de fondo y Lucas Paquetá irrumpió desde la segunda línea para marcar con el empeine. Ojo al dato que aportó MisterChip: Brasil no tenía cuatro goles de ventaja en el primer tiempo de un partido mundialista desde el 16 de junio de 1954, en match contra México correspondiente a la fase de grupos.
Visto lo visto, el equipo bajó las revoluciones en el complementario y los asiáticos salvaron una porción de orgullo con el potentísimo disparo de Paik Seung-ho (m.76).
No pasó mucho más, y la samba cobró nuevas alturas al término del choque. Definitivamente, Brasil es tan candidato como el que más lo sea.
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