Una inspección realizada a un punto de venta de carne de cerdo normada en el municipio Centro Habana arrojó un faltante de al menos cuatro piernas de cerdo, 13 paletas y 34 costillas de cerdo, según detalló una nota del gobierno de la capital.
A ello se suma que durante una comprobación al azar las autoridades detectaron que a un cliente le cobraron 491,10 pesos de más por la compra de 11,74 libras de carne.
El comprador "pagó 3,250 pesos cuando en realidad se le debía de haber cobrado 2758,90 pesos”, acota la nota de prensa, que detalla que el incidente tuvo lugar durante una visita realizada al punto de venta de carne “Manzanares”, ubicado en el Consejo Popular Cayo Hueso, en Carlos III entre Infanta y San Francisco.
“Se notificó de inmediato a los responsables, amparado al cuerpo legal decreto 30 artículo 7 inciso b, con una cuantía de 8,000 pesos y obligación de devolver el dinero al cliente”, precisa la nota.
La información destaca que además se comprobó que “en la nevera había una retención de 8 paletas de cerdo”, lo que motivó otra multa de de 8,000 pesos al máximo responsable de la Administración del local, así como la obligación de sacar la mercanía de inmediato al área de venta.
El alto nivel de corrupción detectado en un único establecimiento revela apenas la punta del iceberg de un fenómeno que está generalizado.
Mientras tanto, en medio de la terrible escasez de alimentos que padece el pueblo cubano, en La Habana continúan las largas colas para comprar las pocas libras de carne de cerdo que el gobierno empezó a vender de forma normada con motivo del fin de año.
En los últimos días varios usuarios han compartido en las redes sociales fotos y videos de las aglomeraciones, en algunas de las cuales se han producido incluso peleas.
"Para el que tenga dudas de la miseria que hay en Cuba, dan turnos para poder comprar un pedacito de puerco", sentenció hace pocos días en Twitter una internauta ante desconsoladoras imágenes.
Además de los faltantes y las irregularidades en los precios, como comprobó la inspección estatal en Centro Habana, no faltan anécdotas que evidencian el hartazgo de la población ante desafortunados incidentes como la espera en cola por el producto sin que acabe llegando a tiempo y otros similares.
A pesar de que supuestamente la carne debe alcanzar para toda la población -dado que se vende por la libreta de abastecimiento- los consumidores no confían y marcan en la cola desde la noche anterior.
"Así nos tienen, como zombies asechando un pedazo de carne podrida que nos tiran de cebo, desde las alturas", lamentó en redes sociales otros residente de El Vedado.
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