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Las farmacéuticas Pfizer-BioNTech y Moderna serán investigadas durante los próximos meses, luego que la Corte Superema de la Florida autorizara una pesquisa para detectar cualquier delito relacionado con las vacunas desarrolladas para combatir el coronavirus.
El gobernador Ron DeSantis pidió a inicios de diciembre que se analizaran los efectos secundarios del tratamiento y cualquier irregularidad en torno al tema, según un reporte de la agencia de noticias AP.
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De acuerdo con esa información, DeSantis alegó que las compañías farmacéuticas tenían un interés financiero en crear un ambiente para que la gente creyera que vacunarse contra el coronavirus evitaría el contagio.
"Es ilegal engañar y tergiversar, especialmente cuando se habla de la eficacia de un medicamento", dijo el gobernador del estado.
La orden del tribunal establece que por un período de dice meses, un gran jurado estatal, presidido por el juez Ronald Ficarrotta podrá investigar delitos, formular acusaciones, y realizar todas las funciones con respecto al tema.
Con la decisión, serán analizadas también así ejecutivos de estas farmacéuticas y otras asociaciones u organizaciones médicas involucradas en la creación de vacunas contra la COVID-19, según reveló New York Post.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han reconocido que la miocarditis, la inflamación del músculo cardíaco, y la pericarditis, la inflamación del revestimiento externo del corazón, se han registrado después de las vacunas, pero insistieron en que esos casos son raros.
Aunque los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos aseguran que las vacunas contra el coronavirus son seguras y las reacciones graves después de la vacunación son raras, reconocen que la miocarditis, la inflamación del músculo cardíaco, la pericarditis y la inflamación del revestimiento externo del corazón pueden aparecer tras recibir las dosis del medicamento.
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