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La periodista cubana Yailén Insua Alarcón llegó a Estados Unidos este lunes junto a su esposo Boris Luis Llamo Salgado. Para lograrlo, se enfrentó a una infernal travesía que inició el 7 de noviembre cuando abandonó Colombia. Aunque las vicisitudes empezaron mucho más temprano, en febrero. Estaba muy lejos entonces de imaginar que ese sería el preámbulo de un tortuoso periplo, en el que invertiría casi un año de su vida.
Insua Alarcón declaró este jueves a CiberCuba que después de habérsele negado el asilo político en Colombia, luego de transitar por la selva del Darién, una zona extremadamente peligrosa, y haber sido víctima de secuestro y extorsiones en México, arribó finalmente a EE.UU., a donde aspiraba a llegar desde febrero cuando quedó varada en el aeropuerto de Bogotá.
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Con mucho menos peso corporal y para alivio de su madre e hijo en Cuba, pudo finalmente pedir asilo político este lunes en Estados Unidos, luego de entregarse a las autoridades en Eagle Pass, para ser liberada un día después.
El dramático viaje de Insua, expulsada de su trabajo en la televisión cubana y acosada por la Seguridad del Estado, inició en tierra colombiana, en febrero, cuando pretendía continuar su trayecto a Nicaragua, junto a su pareja. Pero las autoridades migratorias le impidieron abordar el vuelo de conexión alegando que, por orden del gobierno cubano, Nicaragua no la recibiría.
Más de 10 días después de pernoctar en el aeropuerto El Dorado, en Bogotá, mediante un recurso tutelar, logró salir del aeródromo y permanecer en el país sudamericano, donde solicitó asilo político.
Cuando todo parecía avanzar, habiendo recibido notificaciones mensuales de la Corte Suprema de Colombia sobre el estatus de su proceso, una penúltima comunicación, fechada en septiembre, le avisó que no estudiarían más su caso de petición de asilo político y en la sentencia final, de noviembre, ratificaron el rechazo a otorgarle la condición de refugiada.
La decisión, observó Insua, se produjo un mes después de que Gustavo Petro tomó posesión de su cargo en agosto, y en medio del ofrecimiento del régimen cubano de fungir como garante en la reanudación de los “diálogos de paz” entre la administración colombiana y el Ejército de Liberación Nacional.
"Después de que Colombia me había dicho que sí, que todo estaba bien, que el proceso estaba avanzando, me niega el asilo y que ni tan siquiera van a estudiar el caso", señaló.
La sentencia de la Corte Suprema constituyó el punto de inflexión en la espera de Insua. Fue entonces que ella y su esposo emprendieron el viaje para solicitar refugio en EE.UU.
Antes de salir de Colombia, confesó la periodista, pensó que el tramo más difícil en su recorrido sería el Darién, pero el tránsito por México superó sus expectativas.
“Nos estafaron dos veces. Estuvimos retenidos 10 días en el estado de Puebla”, relató a CiberCuba.
Luego de traspasar el límite del territorio mexicano por la ciudad de Piedras Negras, en el peligroso estado de Coahuila, ingresó a Eagle Pass, en el estado de Texas, y caminó con un enorme grupo de migrantes de otras nacionalidades sin que divisaran ninguna patrulla fronteriza, por lo cual optaron por llamar ellos mismos al 911 para que los recogieran.
Yailén Insua recibió su cumpleaños 43 este lunes, 19 de diciembre, en la estación migratoria, de donde fue liberada al día siguiente.
En Cuba, la periodista, que se desempeñó como directora y jefa de redacción del espacio televisivo “Buenos días”, fue despedida en 2017 del ICRT por publicar una foto de Celia Cruz, motivo por el cual la condujeron a 100 y Aldabó para someterla a interrogatorio para indagar si le pagaba la CIA.
“Yo ya tenía un antecedente de 2013 cuando Berta Soler se reunió con Obama. Yo di la noticia en ‘Buenos días’ y eso me costó [el acoso del] Comité Central, Departamento Ideológico, yo estaba ‘en el ojo del huracán’”, aseguró a CiberCuba.
Habiendo llegado a su destino final, después de una difícil travesía iniciada en Cuba bajo el hostigamiento del régimen, Insua prepara un libro sobre su experiencia migratoria y la de otros compañeros de travesía.
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