El único culpable de lo que pasa en Cuba es el régimen comunista. Berta Soler, líder de las Damas de Blanco. Reside en Cuba.
2022 fue un año de mucha persecución política y represión; como reflejan la elevada cifra de presos políticos; cubanos encarcelados por pensar diferente y ejercer su derecho a manifestarse pacíficamente. También mucha hambre debido a que el estado comunista subió todos los precios en sus tiendas MLC; sin tener en cuenta que el sueldo medio de un cubano ronda los 2.500 pesos mensuales, que no alcanzan para nada.
Para 2023, las Damas de Blanco no esperamos nada bueno. Solo más hambre y represión porque el régimen no tiene voluntad para dar la libertad al pueblo ni capacidad para cubrir las necesidades de la población, que cada vez se incrementan más.
El único culpable de lo que pasa en Cuba es el régimen comunista, no otros gobiernos.
¿Quién apagará el Morro? Luis Luque, periodista. Reside en España.
2022 fue el año en que los cubanos nos preguntamos "¿quién se quedará para apagar el Morro?", frase que perdió su connotación humorística para adquirir visos de gravedad. Más del 2% de la población cubana (225 mil compatriotas) llegó a las fronteras de Estados Unidos.
El problema de despoblación es cada vez más serio. Quienes se van son, mayormente, personas en edad laboral, gente joven, con preparación; es decir, justo las personas que crearían riqueza en un ambiente de libertades económicas.
La salida de tantos compatriotas seguirá ejerciendo su efecto “válvula de escape”, al tiempo que generando miles y miles de nuevos emisores de remesas para sostener a los que queden atrás. ¿Dinero gratis? No: Cuba pierde.
Nada puede ir a mejor mientras la vida cotidiana del cubano esté forzosamente centrada en llevar alimentos a la mesa familiar, en buena medida, por la extraña decisión de hacer desaparecer una moneda ficticia ¡para crear otra! y desbocar la inflación.
El gobierno cubano ha decidido colocarse al lado de Rusia en el conflicto desatado por Putin contra Ucrania. La Habana ha evitado criticar la guerra injustificable de su aliado contra un país soberano del que teóricamente era amiga.
La Asamblea General de Naciones votó contra este acto de barbarie, y el gobierno cubano, de modo totalmente incoherente con lo que ha predicado en foros multilaterales cuando EE.UU. ha sido el que ha lanzado los misiles, se ha abstenido de condenar al agresor. ¿Por qué tendrían que facilitarle préstamos o condonarle deudas los gobiernos europeos que atestiguan el peligro de la agresión rusa a sus puertas, mientras La Habana “comprende” las razones de Putin?
Definitivamente, no hay razones para el optimismo.
Tengo muchas cosas que agradecer a la revolución y buena memoria. Susana Bejerano, funcionaria estatal. Reside en Cuba.
2022 fue durísimo, como han reconocido nuestros dirigentes; pero nuestro principal escollo sigue siendo el bloqueo norteamericano. Si estamos tan mal, porqué no lo quitan y nos dejan desarrollarnos con nuestra idea de justicia social.
2023 me gustaría que fuera mejor para todos los cubanos del mundo; y que mejoraran nuestras condiciones en cuanto a la alimentación, la salud pública y la economía; pero solo será posible si trabajamos más y mejor.
Tengo muchas cosas que agradecer a la revolución y tengo buena memoria.
Muy malo e irá a peor. Modesto Agüero, narrador deportivo. Reside en España.
Yo no estoy en Cuba; vivo en Madrid, pero estuve allá el año que recién terminó. y vi muy mal aquello. Para este nuevo año lo veo peor.
¡Libertad! María Teresa Rafaelly, empresaria y activista. Reside en Estados Unidos.
2022 fue la continuación del despertar cívico de Cuba, iniciado en 2021.
2023 confirmará la urgencia de continuar la lucha de un pueblo que necesita ¡libertad!
No soy optimista respecto a la Isla metafórica y ojalá me equivoque. Eduardo López Collazo, científico. Reside en España.
El 2022 se despidió sin cumplir la promesa de ser el comienzo de unos nuevos años veinte del milenio. Una vez superada, en términos generales, la pandemia de coronavirus, el año nos dejó avances científicos contundentes y otros esperanzadores.
La nube de la guerra en Ucrania nos sumió en la desesperanza mundial. Volvieron a sonar los tambores bélicos en Europa y con ellos llegaron los indicadores de crisis a varios niveles. Preocuparon y preocupan el ascenso de los extremos a ambos lados del espectro político, la escasez de acuerdos para frenar el casi imparable cambio climático y las tendencias negacionistas frente a todo lo que huela a ciencia y lógica.
Mientras tanto, Cuba siguió su particular y descompasado ritmo de involución. A falta de datos oficiales y contrastados, el sentir popular calificó de imposible la situación vivida por los cubanos.
¿Qué sucederá con Cuba en 2023? Mientras que el resto del planeta busca soluciones a los desequilibrios provocados por la pandemia de coronavirus, la Isla metafórica, así llamo aquel país que me vio nacer pero parece no querer volverme a ver, afronta y soportará una crisis de amplio calaje.
La falta de recursos energéticos junto al crónico envejecimiento de las infraestructuras auguran un nuevo éxodo poblacional que emulará al popular “salvase quien pueda”.
La búsqueda desesperada de nuevos-viejos socios de entre la cloaca mundial podría proporcionar algunos balones de oxígeno que será: algo de pan para hoy y eterna hambre para mañana. Todo un caldo de cultivos para un “basta” social que propicie el ansiado, casi olvidado, cambio. Digamos que un renovado “Patria y Vida”.
Sin embargo, la cúpula está afianzada en el podio; los herederos del “Patria o Muerte” no quieren perder los privilegios de contar para sí con toda una isla en el Caribe. No soy optimista y ojalá me equivoque.
Uno de los años más tristes de nuestra historia. Ileana Medina Hernández, funcionaria pública. Reside en España.
El 22 quizás haya sido uno de los años más tristes de nuestra historia, pues a la efervescencia y esperanza del 21, siguió una gran represión, escarmiento, encarcelamientos; y cada vez mayor escasez de todo y un éxodo humano sin precedentes.
Del 23, espero que los cubanos recuperemos ya de una vez por todas, nuestros derechos. Derecho a la libre expresión, a la libre empresa, a no ser expatriados, a no ser represaliados. Que los cubanos obtengamos libertad y prosperidad, política y económica, que ya es hora.
Cuba necesita libertades política y económica. Elías Amor Bravo, economista y presidente Unión Liberal Cubana. Reside en España.
En 2022 la economía cubana se ha resentido de la aplicación de la Tarea ordenamiento el año anterior. Una política obligada por el partido comunista y en la que se implicaron personalmente Raúl Castro y Miguel Díaz Canel; aunque ninguno ha asumido su responsabilidad por el fracaso.
Los efectos de esa política económica se dejaron sentir en 2022, en forma de inflación, déficit publico, endeudamiento, escasez, apagones, errores, descontrol monetario y pérdida de valor de la moneda.
Y todos esos males seguirán estando presentes en 2023, porque el régimen es incapaz de reconducir la economía hacia una necesaria estabilidad. En cierto modo, 2022 ha sido una tarjeta de presentación de lo que viene en 2023 que será mucho más grave y complejo, haciendo la vida de los cubanos mucho más difícil.
¿Cómo salir del círculo vicioso? De la única forma posible. En la política dando un paso al lado y promoviendo un proceso democrático supervisado por organismos internacionales. En lo económico, derechos de propiedad, mercado, libertad de elección y de empresa, para todos los cubanos.
Llevar flores a la tumba de mi padre. Ileana de la Guardia, psicóloga y miembro del Comité de Coordinación del Frente Democrático de Concertación, (D Frente). Reside en Francia.
El año 2022 ha sido uno de los años más negros en materia de Derechos Humanos, el régimen ha encarcelado alrededor de 1.036 cubanos más; convirtiendo a Cuba en uno de los países en el mundo con más presos políticos, endureció el Código Penal en materia de libertad de expresión.
Para 2023, deseo libertades política y económica para Cuba y la excarcelación incondicional de todos los presos políticos; la despenalización del disenso y que logramos la necesaria unión de los esfuerzos de todos los cubanos que desean la democracia.
Personalmente, desearía poder regresar a Cuba, reencontrarme con familiares; que dejé hace más de 30 años, y llevar flores a la tumba de mi padre.
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