Expertos reportan recuperación más rápida de lo esperado en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, en Guantánamo, tras devastador incendio de 2021.
El director científico de la Unidad de Servicios Ambientales del parque, Gerardo Begué Quiala, afirmó este lunes al diario local oficialista Venceremos que “el impacto fue menor que el que pensamos, y la recuperación mucho más acelerada”.
Begué Quiala informó que en el incendio ocurrido entre el 17 de abril y el 14 de mayo de 2021 en el también designado Sitio Natural Patrimonio Mundial, se quemaron 1,823 hectáreas de bosques, pero que “la afectación, que fue indudablemente muy extensa, no fue tan intensa, y eso es bueno”.
Dijo, además, que aunque se calcularon pérdidas de 200 millones de pesos, por los servicios ecosistémicos afectados, “ciertamente, el impacto fue menor que el que pensamos, y la recuperación mucho más acelerada”.
Sobre las labores de recuperación de ese parque comentó que se han priorizado los parches de pino más afectados, los cuales se han plantado desde cero.
Comentó que aplican manejos especiales para la recuperación de los bosques de hojas anchas con especies como incienso, ocuje colorado, magnolia, muchos endémicos, de madera preciosa y semipreciosa, que son de crecimiento lento, porque necesitan hasta 40 años para lograr 15 metros de altura, pero más resilientes al fuego y resistentes.
Asimismo, informó sobre la validación allí de un método hidrográfico adaptativo para el control y extinción de incendios forestales, el cual se basa en la propia naturaleza y no requiere grandes esfuerzos tecnológicos, ya que aprovecha la amplia red hidrográfica del parque.
“La idea es identificarlos primero, y luego limpiar los cauces de vegetación y material combustible, dos metros a ambos lados, desde abajo y hasta arriba. Esto busca aislar al fuego, también aprovechando la humedad del suelo en esas áreas”, comentó el experto.
Sobre ese método dijo, además, que este permite marcar puntos para usar motobombas en caso de ocurrir un incendio, y que en estos momentos han trabajado en unos 4,5 km de afluentes y estimulan la rebrotación de los árboles de hojas anchas, a los que les retiran las partes dañadas, los limpian, y crecen con más fuerza.
Begué Quiala aseguró que la minería furtiva, la causa principal del siniestro en 2021, aún se mantiene en la Reserva de la Biosfera Cuchillas del Toa, el núcleo principal del parque.
“Sigue la gente transitando, encendiendo fogatas para cocinar, haciendo picnic…: ahí está la vulnerabilidad y el peligro, más en zonas tan inhóspitas”, sostuvo el experto.
Además, dijo, que cuentan con la asistencia de dos ONGs bajo la sombrilla de la Iniciativa Internacional del Clima, adscritas al Ministerio del Ambiente, Protección de la Naturaleza y la Seguridad Nuclear de Alemania y que los primeros equipamientos donados por estas organizaciones deben llegar este año, parte de los cuales apoyarán el trabajo del Cuerpo de Guardabosques.
La ayuda, puntualizó, incluye motobombas portátiles, herramientas para hacer líneas de contención, limpiar caminos y trochas de manera más eficiente, sistemas GPS, equipos de filmación.
A poco de extinguirse el incendio en mayo de 2021 en esa zona especial, especialistas cubanos estimaron en diez años el tiempo en que se recuperaría el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, el cual abarca un área situada al noreste de Guantánamo y al sureste de Holguín.
Los expertos consideraron que para su recuperación había que plantar el 60 por ciento de las áreas perdidas y restablecer otro 40 por ciento por regeneración natural, un proceso que daría sus primeros frutos en dos años, pero la sanación total demoraría una década.
Este parque abarca un total de 79,680 hectáreas de zona protegida, donde conviven 16 de las 28 formaciones vegetales identificadas en Cuba.
En la última semana trascendió que casi todos los incendios forestales en Cuba son provocados por personas, de acuerdo con los guardabosques cubanos.
Alrededor del 90 por ciento de los fuegos en áreas boscosas se originan por las quemas no autorizadas de hierba o caña, el empleo de vehículos sin matachispas y la actividad de cazadores furtivos, aseguró Manuel Lamas Gómez, jefe del Cuerpo de Guardabosques de Cuba, a la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Estas causas, explicó, suponen casi la totalidad del origen de los incendios, y contrastan con las naturales, las cuales contabilizan solo el dos o tres por ciento del total y se deben principalmente al impacto de descargas eléctricas, el aumento de las temperaturas y el cambio climático, entre otras.
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