Un exalto funcionario del FBI fue acusado de colaborar con un oligarca ruso cercano al presidente Vladimir Putin que había sido sancionado por interferir en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016.
Charles McGonigal, un veterano de 22 años en el FBI jubilado en 2018, se desempeñó como jefe de contrainteligencia de la oficina de campo de esa entidad en Nueva York.
Sin embargo, el sábado fue detenido y el lunes se presentaron dos acusaciones en su contra: la primera por presuntamente trabajar después de su retiro con el oligarca ruso Oleg Deripaska, sobre quien pesa una sanción por interferir en las elecciones presidenciales de 2016 en EE.UU., confirmó CNN.
La segunda acusación lo señala por aparentemente ocultar cientos de miles de dólares que recibió de un exempleado de una agencia de inteligencia albanesa mientras era un alto funcionario de la oficina.
El arresto ocurrió en el aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York cuando McGonigal regresaba de un viaje internacional. Según CNN, tras la lectura de los cargos el acusado debió entregar su pasaporte y ahora tiene prohibido salir del país.
"Violación de sanciones estadounidenses, conspiración y blanqueo de dinero", fueron los cargos leídos por la Fiscalía, que asegura que el exfuncionario de contrainteligencia investigó a los oligarcas rusos pero trabajó en secreto para uno de ellos, que además es cercano a Vladimir Putin, en violación de las sanciones de Estados Unidos.
McGonigal está acusado de trabajar con el exdiplomático e intérprete ruso Sergey Shestakov en nombre de Deripaska, un multimillonario del país euroasiático a quien además le pidió dinero para investigar a un oligarca rival, señaló el Departamento de Justicia.
Shestakov también fue arrestado y ahora ambos están detenidos en una cárcel federal en Brooklyn.
McGonigal fue acusado por separado en un tribunal federal de Washington, DC por ocultar al menos 225.000 dólares en efectivo que presuntamente recibió de un exfuncionario de inteligencia albanés mientras trabajaba para el FBI.
Aunque esta acusación no describe el pago como un soborno, los fiscales federales aseguran que, mientras ocultaba el pago al FBI, tomó medidas como supervisor del FBI para su propio beneficio financiero.
McGonigal le habría ocultado al FBI detalles clave de un viaje que realizó en 2017 a Albania, donde un exfuncionario de inteligencia albanés le dio al menos 225.000 dólares.
Al reunirse con el primer ministro de Albania pidió cautela para otorgar licencias de perforación de campos petroleros en el país a empresas fachada rusas. Los contactos albaneses de McGonigal tenían un interés financiero en esas decisiones, dijo la Fiscalía.
Este escándalo cae sobre el FBI en un momento particularmente complejo, cuando el Buró Federal de Investigaciones y el Departamento de Justicia se encuentran divididos en dos casos sobre documentos clasificados encontrados en la casa y oficina del presidente Joe Biden y del exmandatario Donald Trump y otros funcionarios de su administración, como el ex vicepresidente Mike Pence.
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