Roger Machado: Nuestros jugadores necesitan otro salario con el cual satisfacer sus necesidades

"Quería jubilarme como campeón o al menos, logrando una clasificación a la postemporada, pero fue una decisión de las autoridades de la provincia y yo respeté su criterio"

Roger Machado © Granma
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Este artículo es de hace 1 año

Muchos años como amigos llevamos nuestro entrevistado de hoy, Roger Machado y yo. Confieso que la primera vez que lo vi calzando los arreos de su equipo de siempre, Ciego de Ávila, me impresionó y supe que sería un gran receptor, amén de ser uno de los peloteros más atractivos que han pasado por Series Nacionales.

Su mascoteo, la forma de guiar el pitcheo, sus tiros certeros a bases, cómo defendía cual león los envíos que picaban frente a home atraían a los más extremistas fanáticos…


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Tras su retiro del deporte activo, se podía ver como tigre enjaulado, conducir a sus discípulos a los que condujo cinco veces al podio, en tres de ellas a lo más alto.

Es triste que después de lo que hemos vivido tú, yo y millones de amantes de la pelota cubana veamos los campeonatos nacionales, sean cuales sean sus nombres y estructuras, ir de mal en peor.

La huida de los mejores talentos es un grifo abierto sin zapatillas.

Del año 2001 hasta la fecha el éxodo de jugadores ha sido muy grande; es imposible tener buenos resultados así. Hay que ser mago para ganar un torneo, aunque hay otras causas también: los terrenos de béisbol se han convertido en potreros, no hay suficientes recursos para la práctica, como son bates, guantes, pelotas, etc.

Todos los años cambiamos de estructura, en los dos países con mejor béisbol del mundo, Estados Unidos y Japón, no cambian la estructura. Los mejores resultados de Cuba estuvieron con las series de 90 partidos con la liga de desarrollo paralela como sucursal, donde jugaban alrededor de 800 peloteros. ¡Eso también se perdió!

Todos los años queremos cambiar y así no se puede. También los tiempos han cambiado. Nuestros jugadores necesitan otro salario con el cual puedan satisfacer sus necesidades. Si mejoramos en estos aspectos creo que los resultados volverán a ser buenos.

¿Orígenes del tigre mayor? ¿Te interesó algún deporte que no fuera la pelota?

Soy de origen guajiro, de una finca llamada El Jazmín, en la Serrana, Morón Ciego de Ávila. Siempre me incliné por el béisbol, desde muy pequeño. Mis padres tenían un terreno, donde comencé a dar mis primeros rollins.

A los 11 años me descubre mi primer entrenador, Arbey Zacarias, quien me pone a lanzar pero era muy descontrolado y al año siguiente me pasó a la receptoría. Sin embargo, algo que pocos saben, no jugué hasta mi primer año juvenil.

¿No formaste parte de la pirámide del deporte cubano?

No. No pasé por ninguna escuela deportiva, solo la academia municipal de Morón donde aprendí mucho con mis preparadores Alex Valdés y los ya desaparecidos Rolando Almanza y Fermín Rodríguez.

Al año siguiente intervengo en la Liga de Desarrollo donde jugué dos temporadas, aunque en ocasiones subía al equipo principal por estrategia del mánager. Al tercer año sí formé parte del equipo grande, con el que jugué 14 SNB. Además intervengo en cuatro Super Ligas, una Copa Revolución, cinco Juegos de Estrellas y dos Olimpíadas del Deporte Cubano.

¿Recuerdas tu primer turno al bate?

Creo que eso no lo olvida nadie: me ponché en la cuenta de 3 y 2 ante José Miguel Báez en juego escenificado en Puerto Padre. Tuve la inmensa suerte de formar parte de una pléyade de jugadores que, dirigidos por Darío Cid, comenzamos a hacer valer el béisbol avileño a nivel nacional.

Jajaja ¿Los Increíbles de la Piña?

Así es. Tú nos bautizaste así. Ahí empezamos a dar batalla, a llegar a discutir plays off: Mayito Vega, Yorelvis Charles, Roger Poll, Isaac Martínez, Lisnel Cirilo, Danny Miranda, Gualberto Quesada. Fueron tiempos bonitos que antecedieron a los triunfos que vinieron cuando yo estuve al mando.

Mucho tengo que agradecer a Darío Cid por todo lo que aprendí de él. Tengo bellas anécdotas de esos años, como la rivalidad con el veloz capitalino Enriquito Díaz cada vez que me salía al robo y otras como el año que clasificamos sin estar en los planes de nadie, ya que éramos muy jóvenes. De ahí tus “increíbles”

En 3,057 veces al bate, el máscara avileño conectó 827 hits, de ellos 70 jonrones. Su average, 271. Debutó en la XXXII Serie Nacional de Béisbol y puso fin a su extensa carrera en 2007, tras una lesión.

Internacionalmente, sus principales competencias fueron la Copa Intercontinental de Sydney en 1999; la Copa LG, en Venezuela, en 2001; la Copa Challenger en Canadá, la Serie de las Américas en México y la Copa Intercontinental de La Habana (2002); los Juegos Panamericanos de Santo Domingo, el Preolímpico de las Américas en Panamá y la Copa del Mundo de La Habana (2003); la Copa Mundial de Holanda y el I Clásico Mundial de Béisbol en Puerto Rico (2006).

Roger por lo general compartías posición con Ariel Pestano, quien era el regular. ¿Nunca te sentiste mal por eso?

Es de personas inteligentes conocer tu lugar y hasta dónde puedes llegar. Es cierto; tuve muy poco protagonismo pero yo tenía al lado al mejor cátcher, al más grande que ha pasado por nuestras Series Nacionales.

Han sido grandes el ya desaparecido, Juanito Castro así como Pedro Medina, Albertico Martínez, Juan Manrique, entre otros pero Pestano es para mí el mejor.

Entonces yo desempeñé mi papel en el equipo; unos dicen que tirando agua, otros que haciendo bulla… jajaja, pero en realidad robaba señas, las transmitía a los jugadores y daba muchas ideas. Por eso los directores me dejaban en el dogout y no me mandaban a calentar los pitchers en el bullpen. Además de estar dispuesto en cualquier momento a ocupar mi posición. No, nunca me sentí mal.

Nacionalmente, el receptor Roger Machado nunca pudo saborear un cetro como jugador pero como mentor sí. Bien decías que los triunfos sobrevinieron contigo al frente de los ya muy creíbles tigres avileños.

Pues sí, dirigí trece temporadas con balance de tres títulos, tres subcampeonatos y una medalla de bronce además de un cuarto y dos quintos lugares.

¿Pudiera decirse que tu mayor satisfacción la obtuviste como mánager?

Chica, decir lo contrario sería mentir. Cuando perdimos ante Pinar del Río la gran final de la temporada que marcaba los 50 años de historia de las SNB, sentimos un muy amargo sabor pero me convencí de que teníamos armas para ganar un cetro.

Y así, al año siguiente discutimos nada menos que con el Industriales de Lázaro Vargas que anhelaba mucho ese título, pues desde 2010 no ganaban y ya tú sabes, ése es el equipo insignia.

Ganarles a los azules; empezar derrotándolos en sus predios del Latino, estadio lleno, más de 45 mil personas apoyando al león... Pero en frente yo tenía un equipazo: ¡Vladimir García, Mayito Vega, Yorelvis Charles, Abdel Civil, Yander Guevara, Dachel Duquesne, Yorbis Borroto, Lisney Díaz, Ricardo Bordón, Yoelvis Fiss!... Y lo logramos.

Nunca podré olvidar esa final con el hit de Bordón y aquel José Ramón Cepero enloquecido, aquella ciudad capital de Ciego desbordando las calles. Nuestro recorrido por cada avenida, la gente besándonos, abrazándonos. Después nos impusimos en las SNB 54 y 55, lo que unido a dos segundos lugares y un tercero me hacen un hombre feliz.

El Cañón de las Rosas dirigió en 13 temporadas con balance de 598 victorias y 432 derrotas para average de 581 mientras en post temporadas sumó 56 éxitos frente a 45 derrotas ave 554. Los títulos se materializaron en la SNB 51 a costa de los leones azules; la 54 frente a los piratas de la Isla y la 55 sobre el Tsunami pinareño, rival que lo privó del cetro en la 50. El otro subtítulo fue en la serie 56 al caer 0-4 ante Granma.

¿Te retiras como una sucesión natural? ¿Deseabas retirarte?

Julita yo llevaba dos o tres años pidiendo un descanso porque, como bien sabes, salí de jugador a dirigir, de un año a otro. Eso es muy extraño en nuestras series nacionales, fue difícil. Afortunadamente tuve mucho apoyo de mi compañero y hermano Mayito Vega y eso me ayudó mucho.

Sin embargo, cuando deciden liberarme, yo no quería porque no había clasificado y no quería irme así, perdiendo ¿entiendes? Quería jubilarme como campeón o al menos, logrando una clasificación a la postemporada, pero fue una decisión de las autoridades de la provincia y yo respeté su criterio.

Me fui, estuve dos años en mi casa hasta que el año pasado pude ir a trabajar a México, donde obtuve el segundo lugar.

Además, fuiste mánager de equipos Cuba en varias oportunidades.

Dirigí varios conjuntos Cuba en torneos de Holanda, topes con Nicaragua, dos ligas Canam, los Juegos Panamericanos de Toronto 2015. Fui coach de primera en el juego celebrado en La Habana contra Los Tampa Bay.

Roger Machado, después de dos años de su retiro como mánager dirigió a los Freseros de San Quintín en la Liga Norte de México alcanzando el subcampeonato.

Todo lo que soy en la vida se lo debo a mi familia y al béisbol. Soy un hombre de béisbol y siempre lo seré.SFsa

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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


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