Cuatro cubanos fueron detenidos el viernes por robar y matar una res en Artemisa, en un operativo en el que se ocupó además un arma de fuego.
Fuerzas de la Agricultura y del Ministerio del Interior (MININT) realizaron una acción conjunta a las 4:00 de la madrugada de ese día en la finca El Chorro, ubicada en la zona limítrofe de los municipios San Cristóbal y Candelaria.
"Encontramos un animal sacrificado, la carne correspondiente a la mitad de su cuerpo estaba depositada en sacos y una nevera. También se ocupó un arma de fuego y municiones pertenecientes a una segunda arma. Las declaraciones de algunos vecinos, refieren que el lugar parece funcionar como punto de confluencia de malhechores dedicados a estas actividades", informó Alcides López Labrada, delegado provincial de la Agricultura al semanario El Artemiseño.
Según la información, las autoridades continúan la investigación.
Precisa la nota que en la franja sur de esos municipios ocurren muchas acciones de hurto y sacrifico de ganado mayor. El escenario se extiende a otras áreas de la provincia y llega incluso a zonas de Los Palacios y Consolación del Sur, ya en Pinar del Río.
Dentro del territorio artemiseño, San Cristóbal, Bahía Honda, Caimito y el municipio cabecera son los más afectados por estos delitos, de acuerdo con un reportaje del periódico de septiembre del año pasado.
En aquel trabajo, varios ganaderos denunciaban el incremento de estos delitos, y se mostraban insatisfechos con la respuesta de las autoridades locales del orden interior.
También referían la violencia de los ladrones, que en varios casos apelaban a armas de fuego de fabricación artesanal, además de que siempre portaban armas blancas para usarlas en el sacrificio del animal.
La incidencia de este delito ha aumentado en Cuba, en medio de una aguda escasez de alimentos.
En Villa Clara, la empresa de Genética y Registro Pecuario alertó que en 2022 se incrementaron a más de 12,000 los robos y sacrificios de cabezas de ganado, aunque las cifras pudieran ser mayores, porque no todos los hechos son denunciados.
Roberto Pérez García, director de la entidad estatal, citó como causas del aumento de estos delitos el fuerte descontrol, tanto en las empresas estatales como en los propietarios privados, y el "libertinaje" de los maleantes en la zona.
Yusniel Benavides Gutiérrez, fiscal jefe del Departamento de Procesos Penales en Villa Clara, explicó que solo fueron radicados por el órgano de instrucción cerca del uno por ciento de los casos.
"Son situaciones complejas de esclarecer, por ocurrir en zonas intrincadas y producirse muchas demoras en radicar las denuncias. Eso limita la oportunidad de la investigación, a lo cual se une el descontrol existente en la masa ganadera en todos los lugares", dijo.
El funcionario precisó que la política penal sobre estos delitos se ha arreciado. El sacrifico ilegal implica de cuatro a diez años de privación de libertad, el traslado y comercialización de la carne se condena de tres a ocho años de cárcel, y la compra por el receptador puede ser sancionada con penas de tres meses a un año de prisión.
El hecho más sancionado es la ocupación de las carnes, que los infractores transportan en volantas, carretones y hasta en autos estatales.
Las Tunas también reportó un incremento en el robo y sacrificio de ganado en 2022, con un total de 5,305 casos, 2,207 más que el año anterior.
La mayor incidencia la tuvieron los municipios de Las Tunas, Jobabo y Majibacoa, y el sector más afectado fue el privado, que posee más del 80 por ciento de la masa vacuna de la provincia.
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