El gobierno cubano suspendió, desde noviembre y para todo 2023, los pagos en divisas a proveedores nacionales y extranjeros del sector turístico, debido a la bancarrota del MINTUR y Gaviota, S.A., según una resolución del ministro de Economía Alejandro Gil Fernández, a la que ha tenido acceso CiberCuba y corroborado con otras fuentes.
La Resolución 175 del titular de Economía, que data del 30 de noviembre 2022, reconoce que "no se garantiza la sostenibilidad del funcionamiento del Ministerio de Turismo (MINTUR), las organizaciones superiores de dirección empresarial que atiende el Ministro del ramo (...), ni de Gaviota S.A. para enfrentar la próxima temporada alta, debido a la falta de respaldo de las cuentas de liquidez y al déficit de las asignaciones centrales que no cubren sus necesidades".
Gaviota, S. A. es la empresa hotelera del consorcio militar-financiero-empresarial GAESA; que se benefició del vaciamiento del MINTUR, durante el mandato de Manuel Marrero Cruz, como ministro.
Ante la bancarrota, el ministro de Economía estableció "un esquema de retención de liquidez en cuentas reales", en el sector del turismo, que se nutre de ingresos provenientes del exterior, de las tarjetas prepago que se compran en Cuba, los pagos con tarjetas internacionales y los pagos desde las cuentas de los turoperadores, ambos realizados desde Cuba.
Las ventas efectuadas con tarjetas nacionales no disponen de respaldo de liquidez real, aclaró Gil, en la referida resolución.
En 2023, se mantendrán los impagos a proveedores del turismo en Cuba y "hasta tanto el Ministerio de Economía y Planificación indique otra variante al Banco Central de Cuba", establece la resolución del ministro de Economía, que exceptúa de la retención parcial los "saldos provenientes de créditos financieros; en cuyo caso retiene el cien (100) por ciento de la divisa".
"La noticia es muy mala porque desestimula a los productores y aquí se ha venido hablando del necesario encadenamiento productivo entre el turismo y proveedores locales, pero si les cambian las formas de pago; qué interés van a tener en producir sin saber cuándo cobrarían y cobrar en pesos devaluados", sostuvo un ex vicepresidente del gobierno cubano.
Un escenario similar enfrentan los extranjeros propietarios de viviendas compradas a inmobiliarias del gobierno y que se rentaban en divisas hasta 2021; cuando la Tarea ordenamiento dispuso que los alquileres podían pagarse en pesos cubanos y -quedando sin cobrar lo devengado por las rentas hasta enero de 2021- y lo sucesivo, cobrado en CUP, pero sin que dichos montos se convirtieran en divisas.
Propietarios de esos apartamentos y la parte extranjera de empresas mixtas que desarrollaron esas inversiones que no se han liquidado; hasta el momento de la publicación de esta nota; admitieron seguir "preocupados", pero rehusaron entrar en detalles.
En diciembre, el MINTUR comenzó a operar con "un coeficiente de retención de 0.6991 por cada divisa que ingresa"; mientras que Gaviota, S.A. operó con 67 céntimos de dólar estadounidense retenidos en pagos a proveedores, incluidas la industria cubana; pero los afectados no han visto un céntimo, desde entonces.
"No ha salido oficialmente la instrucción del Banco Central de Cuba (BCC), pero desde noviembre están suspendidos la totalidad de los pagos, incluso lo ejecutado y mandado a pagar", confirmó una fuente vinculada al equipo contable de una empresa mixta del sector turístico.
La mayoría de nosotros (empresas) estamos "acostumbrados a los aplazamientos de pagos, incluso los reconocidos y aprobados, pero ahora dudamos si -al menos lo ejecutado y previsto pagar, hasta noviembre- lo cobraremos en MLC; como establecen nuestros contratos, o en pesos cubanos".
"A usted le habrán dicho que eso es de noviembre, pero a mi no me pagan desde el verano y uno entiende que el país atraviesa una situación compleja; pero quién entiende a los cuentapropistas", cuestionó otro de los afectados, que no sabe si "podré mantener mi empresita, sin cobrar lo que me deben".
"Yo sé cómo son las retenciones del gobierno, pago cero y que aguante el que pueda", concluyó.
"Antes de tener que esperar un año o más sin cobrar, prefiero sembrar menos; es preferible vender algo en las placitas y cobrar, que seguir entregando productos a hoteles y restaurantes, sin saber cuándo los cobraré", afirmó un agricultor.
"A mi deben cosechas de antes de la (epidemia de) COVID; cuando me pagaron bastante puntual; pero lo anterior siguen debiéndomelo y cada vez produciré menos", concluyó.
El ministro de Economía apostó, en la última sesión de la Asamblea Nacional, por disciplinar las cadenas de impagos de la Economía cubana, y admitió que el vencimiento de cuentas por cobrar y por pagar es un problema viejo en la economía cubana; pero ni una palabra sobre su decisión, un mes antes, de suspender los pagos en divisas a proveedores del turismo.
En Cuba no existe una ley de quiebra y el gobierno se limita a declarar que una empresa está en pérdidas, sin reconocer que está quebrada, recordó una jurista experta en Derecho mercantil.
"Quebrados pueden estar Cubana de Aviación y varios hoteles, pero siguen ahí; aunque todos los años den pérdidas", aseveró.
Pese a la decisión tomada en noviembre, el gobierno abrió, hace una semana, el hotel Gran Muthu, en La Habana, sin informar sobre su costo y pese a reconocer que el turismo sigue sin despegar en Cuba.
En noviembre, doce días antes que Alejandro Gil Fernández congelara los pagos a proveedores del sector turístico, el gobierno cubano anunció la construcción de otro hotel de lujo en Santa María del Mar, en el este de La Habana.
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